La tarde del 8 de enero fue asesinada Brenda Daza, de 14 años de edad, por Ramón Nariño, pareja de su mamá. El hombre de 59 años luego de acabar con la vida de la menor de edad, se ahorcó en la vivienda ubicada en el barrio Hugo Chávez Frías, en el municipio Pedro María Ureña, zona fronteriza del estado Táchira.
Según la minuta policial, el hombre estaba solo en la vivienda con la niña pues la mamá había cruzado hacia Cúcuta, Colombia, para hacer compras. Al retornar a la vivienda en el lado venezolano, encontró a su hija muerta sobre la cama y a quien era su pareja, suspendido en el aire en la cuerda con que se ahorcó, en otro cuarto.
Al ser interrogada por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la madre de la niña declaró que la joven de 14 años hace dos años le había contado que el padrastro intentó abusar sexualmente de ella. Sin embargo había omitido la acusación pues su pareja la negó por completo.
También en la vivienda donde ocurrió el femicidio, los funcionarios encontraron que el hombre, antes de matarse, escribió “Venganza familia. Gracias Reinaldo por todo. Flaca tiene culpa de esto por dejarnos actuar”.
La niña fue encontrada acostada con la ropa puesta pero tenía un hematoma y sangrado en la nariz. Ramón Nariño era conductor y estaba además solicitado por las autoridades venezolanas por hurto. En la minuta establecieron como móvil, abuso sexual.
El Pitazo