La Corte Penal Internacional (CPI) halló este jueves culpable de crímenes de guerra y contra la humanidad a Dominic Ongwen, un niño soldado ugandés que se convirtió en comandante del grupo rebelde Ejército de Resistencia del Señor.
“Se estableció su culpabilidad más allá de toda duda razonable”, dijo el juez Bertram Schmitt, al leer el veredicto sobre una serie de matanzas y crímenes cometidos en los años 2000 por soldados liderados por Ongwen, de 45 años actualmente y apodado la “hormiga blanca”.
En total fue hallado culpable de 61 cargos, entre ellos asesinatos, reclutamiento de niños soldados y violaciones, incluyendo la primera condena por embarazos forzosos de víctimas de esclavitud sexual.
El Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés), dirigido entonces por Joseph Kony, libró una guerra en Uganda para establecer un Estado basado en los diez mandamientos de la Biblia.
El juicio comenzó hace cinco años en la CPI y es único porque es la primera vez que comparece alguien que ha sido víctima y al mismo tiempo presunto autor de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Dominic Ongwen fue secuestrado de niño por el LRA, de camino al colegio.
“El tribunal es consciente de que ha sufrido mucho”, declaró el juez Schmitt. “Sin embargo, se trata de crímenes cometidos por Dominic Ongwen como adulto responsable y comandante del Ejército de Resistencia del Señor”, agregó.
Se trata del primer miembro del LRA en ser juzgado por matanzas cometidas en Uganda y en otros tres países africanos.
Ongwen negó “en nombre de Dios” los cargos y sus abogados pidieron su absolución alegando que fue víctima de la brutalidad del grupo rebelde.
El LRA fue fundado hace tres décadas por Joseph Kony, un exmonaguillo católico convertido en profeta autoproclamado. Lanzó una rebelión contra el presidente Yoweri Museveni en el norte de Uganda.
Según la ONU, los rebeldes mataron a más de 100.000 personas y secuestraron a 60.000 niños durante operaciones que se extendieron a otros tres países africanos: Sudán, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
Un comandante “feroz”
Este juicio marca “una etapa importante porque es la primera y la única vez que se juzga un caso del LRA en el mundo”, declaró a la AFP Elise Keppler, subdirectora del programa de justicia internacional de la oenegé Human Rights Watch.
Con Ongwen como comandante, el LRA hizo reinar el terror en el norte de Uganda, sobre todo con las matanzas en los campos de refugiados de Lukodi, Pajule, Odek y Abok, así como el reclutamiento de niños soldados.
Según los fiscales, Ongwen fue un comandante “feroz” y un “entusiasta” encargado de la brigada Sinia de Joseph Kony, que secuestraba a jóvenes y a mujeres adultas para convertirlas en sirvientas y esclavas sexuales.
Al comienzo del juicio, la acusación mostró videos grabados después de un ataque contra el campo de refugiados de Lukodi, a unos 20 km de la capital regional, Gulu. Se ve a niños destripados y cuerpos calcinados de bebés.
“En total 15 miembros de mi familia murieron en el ataque y muchas personas resultaron heridas”, declaró a la AFP Muhammed Olanya, un campesino de 38 años de Lukodi.
En otro ataque al campo de refugiados de Odek en 2004, Dominic Ongwen ordenó a sus tropas que “no se dejara nada vivo”, afirmaron los fiscales.
Los abogados de Ongwen insistieron en que su cliente debía ser considerado una víctima del LRA por el lavado de cerebro de los niños soldados, algunos de los cuales se vieron obligados a matar a sus propios padres.
“El tribunal no halló evidencia ante el reclamo de la defensa de que sufría una enfermedad mental o que cometió los crímenes bajo coacción”, dijo el juez Schmitt.
Dominic Ongwen se rindió en 2015 a las fuerzas especiales estadounidenses que buscaban a Joseph Kony en la República Centroafricana, y fue trasladado a la CPI, con sede en La Haya, para ser juzgado.
Joseph Kony sigue prófugo y sobre él pesa una orden de detención de la CPI.
AFP