El obispo del Táchira, monseñor Mario Moronta, quien desde el pasado 6 de febrero fue hospitalizado en San Cristóbal, diagnosticado con dolores de cólico nefrítico, fue operado el pasado lunes de la “vesícula” para superar esta dolencia.
Mediante una nota de prensa, el obispo auxiliar de San Cristóbal, monseñor Juan Alberto Ayala Ramírez, informó que“la cirugía ha sido exitosa según el informe de los médicos. En este momento se encuentra en recuperación y convalecencia”.
“Le pedimos una oración agradecida a Dios por los médicos y por el personal que lo están atendiendo, y para que él, recuperado completamente, se incorpore a sus actividades pastorales. Que el Santo Cristo de La Grita y Nuestra Señora de la Consolación de Táriba le acompañen en su proceso de recuperación”, dijo monseñor Ayala.
Días antes monseñor Moronta, informando a su presbiterio sobre su hospitalización, agradeció su oraciones y manifestaciones de afecto: “desde mi hospitalización estoy orando por todos ustedes y el pueblo de Dios. Seguimos unidos en la oración y que Dios nos siga bendiciendo a todos”.
Aunque la operación fue exitosa, los médicos han determinado que el obispo permanezca en la Unidad de Cuidados Intensivos, hasta mañana, para monitorear su recuperación, debido a los antecedentes de ‘plaquetas bajas’ que ha tenido monseñor Moronta luego de padecer hepatitis hace varios años.
El sacerdote Ricardo Casanova, que le acompaña en el periodo de hostilización, manifestó: “en este momento ya está despierto y consciente, pudimos hablar con él por un momento y está sereno. Ha pedido la comunión, al mismo tiempo que agradece a todos su cercanía y manifestaciones de cariño, que sigan rezando por él”.
La Nación