La compañía farmacéutica Merck, dueña y creadora de la ivermectina, afirmó este viernes que no hay evidencia de la eficacia de este medicamento para curar a personas contagiadas con covid-19.
Tras un estudio para examinar cuidadosamente los hallazgos disponibles y emergentes de la ivermectina para el tratamiento del coronavirus, científicos de Merck señalaron que «no hay base científica para un posible efecto terapéutico».
Asimismo indicaron que existe una preocupante falta de datos de seguridad en la mayoría de los estudios.
«No creemos que los datos disponibles respalden la seguridad y eficacia de la ivermectina más allá de las dosis y poblaciones indicadas en la información de prescripción aprobada por la agencia reguladora», señaló la farmaceútica.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) también han desaconsejado el uso de la ivermectina para el tratamiento de covid-19 y advierten de los efectos secundarios.
¿Para qué sirve?
La ivermectina es un medicamento que deriva de una sustancia aislada a principios de los años setenta, a partir de muestras de tierra en Japón y que tiene la curiosa actividad de ser muy activo contra dos tipos de parásitos, los que afectan tanto el interior como el exterior del organismo.
La ivermectina es muy efectiva contra parásitos externos como los piojos y los ácaros que causan la sarna. También contra los gusanos redondos, entre ellos los áscaris, muy comunes en niños y adultos que viven en condiciones de pobre higiene.
Así mismo es efectiva para las filarias y las onchocercas, que causan la elefantiasis y la oncocercosis, dos enfermedades muy debilitantes y comunes en millones de personas que viven en las regiones mas pobres del África.
EFE