El primer mes de 2021 mostró mismo comportamiento de 2020, y ése último fue la copia de 2019 y éste a su vez de 2018… esa ha sido nuestra suerte desde (al menos) los últimos 10 años, lo único que varía es la gravedad de los hechos económicos, políticos y sociales, por ejemplo; entramos en el mes 39 de una hiperinflación cada vez más endemoniada, así como la agudización del caos de los servicios públicos… lo que queda de ellos.
Ya se comienza habla de las regionales con misma fórmula de 2017, es decir, otro proceso electoral donde solo participan el chavismo y sus aliados, caracterizado por otra previsible abstención histórica ¿Por qué? Porque el venezolano perdió la herramienta más importante en democracia, el chavismo aniquiló el voto toda vez que no premia, no castiga ni genera cambios.
Una vez las instituciones rojas rojitas reconocieran la nueva Asamblea Nacional ésta pasó al olvido, observamos a sus titulares en un desesperante “más de lo mismo”. Como toda institución retenida por el chavismo, solo se dedica a lo meramente político, a vociferar lo malo que es la oposición reconocida mundialmente, lo “bueno” que es el régimen y “el buen ejemplo” que da la oposición “electorera”… para no ahondar en calificativos. Mientras, los venezolanos padecen el agravamiento del caos país.
Los secretos del chavismo son dos; el primero es que ha neutralizado el sentimiento nacional, ese que evita los connacionales luche contra las heridas a la patria y se mantengan en defensa. La crisis económica premeditada por el castrismo venezolano (pero se les salió de las manos) ha obligado al ciudadano dedicarse/concentrarse en lo personal/familiar o a emigrar, una vez que las luchas/protestas no han podido rescatar la democracia ni la constitucionalidad… Hoy Venezuela no existe, solo vive en el recuerdo, en la historia real.
El otro éxito del chavismo es la retención, a todo costo, de las instituciones, recursos y armas del Estado, permitiéndose mantener el poder a través de la violencia institucionalizada, astringir a sus detractores. Sin embargo, fuera del país no ha podido contrarrestar las consecuencias de estos actos, donde las sanciones ocupan un lugar preponderante.
La política venezolana, génesis de la tragedia, se encuentra estancada, ha entrado en una circulo vicioso comandado por el régimen donde su meta es mantener las actuales condiciones de debilitamiento social y control impositivo.
No olvidemos, en las actuales condiciones el chavismo puede soportar mucho tiempo más, la oposición en el exilio también, pues ninguno de los protagonistas de estos bandos padece la realidad de los venezolanos, unos gozan directamente del jarrón de la miel del poder y los otros de la miel derramada.
Por ahora el libreto es el mismo, otro CNE rojo rojito electo por una AN 100% roja rojita. Otra elección en condiciones absurdas y la labor mediática del régimen contra todo aquel que atente contra su élite gubernamental y colaboradores.
El 2021 comienza con pies izquierdo para Venezuela, pero la política está llena de sorpresas, justo cuando todo parece estar condenado al rigor del costumbrismo surgen hechos, aparecen nuevos liderazgos y el caso venezolano está caracterizado por ser inédito y de una importancia sin parangón.
Leandro Rodríguez
@leandrotango