REFLEXIONES| El Día de Los Enamorados. Por Luis Acosta
En Venezuela el Día de Los Enamorados siempre se recibía con alegría, simpatía y agradabilidad. En efecto, la novia se recordaba esta fecha e igualmente el novio y, con seguridad, un bello ramo de flores era recibido por ella. Pero allí no se quedaba esa ocasión. La doña de la casa, si su edad estaba por debajo de los 50, recibía una bella cartera Gucci; pero si sus años registraban sobre las 50 primaveras, se le enviaba algo más ligero y sentido como un bello ramo de orquídeas, o rosas, o calas o gladiolas.
En los Estados Unidos el Día de San Valentín también es atractivo, hermoso y lleno de colorido. Flores, rosas y poesías se envían por todos los correos nacionales y extranjeros. Las flores naturales motivan las vías románticas y la poesía evidentemente más hacia los soñadores. Las floristerías y las librerías, con libros, poesías y obras en general se llenan de pedidos y las solicitudes de encargos llueven copiosamente.
Todo esto no es nuevo. Desde muchos años atrás, incluyendo los tiempos antiguo y moderno, siempre se exigían y cubrían nuevos y bellos deseos. Los restaurantes presentaban sus menús con exquisiteces en color y sabor, con diseños, mezclas y fantasías con gustos espectaculares.
El Día de los Enamorados creció en disfrute, tanto que no solo se atendía y extendía hacia los enamorados, novias y señoritas solteras que antes habían recibido de sus simpatizantes miles de flores y ramos sino, también, hacia las doñas de casa y los envíos de regalos por los hijos de familia y las féminas.
De ese convertir la flores en regalos y atenciones más cotizados y preferidos, han logrado que millones de dólares provenientes de países floricultores, como Colombia, Venezuela, Ecuador, China. México, Holanda, Guatemala, Polonia, El Salvador, se crucen con otros países productores y consumidores se, a su vez, se cruzan con otros países productores y consumidores de estos insumos naturales.
Este Día de Los Enamorados se ha convertido en una fecha de mucha fantasía y complacencia. Las gandolas repletas de flores y las composiciones artísticas que de ellas se derivan, hacen su llegada a California a pesar de los siniestros que azotan esta sensacional zona del oeste americano, catalogada, desde el punto de vista económico, en el puesto número 5 de la economía mundial, superando a Francia desde el año 2015.
Así pues que este día, con su simpatía y romanticismo, se ha convertido en los mejores eventos que esperan los enamorados y que se convierten en paseos, invitaciones, viajes, delicadezas y los sueños más encantadores del cariño y la poesía.
México es otro país que vela por la mejor expresión del Día de Los Enamorados. Su música, sobre todo, es la que más le canta al amor. Jorge Negrete, Agustín Lara, Tito Guízar y Pedro Infante fueron de los conquistadores y enamorados del viejo cine mexicano. “Allá en el Rancho Grande” fue la gran película mexicana de todos los tiempos y donde María Elena Márquez se lució como artista femenina grande y exitosa. Así pues, esperamos que el Día de los Enamorados del 2021, si no se puede celebrar, que sirva para sostener en vigencia chiquita pero recordatorio con la Vida de Cristo como Santidad de gusto y contento por siempre aun con el peso de los pesares.
Luis Acosta