A las afueras del Terminal de Pasajeros de San Antonio del Táchira siguen grupos de ciudadanos a la espera de abandonar el municipio Bolívar en alguna unidad de transporte público.
El puerto terrestre sigue cerrado tras la decisión de las autoridades nacionales de mantener la prohibición en el ingreso y salida de transporte público al Táchira.
Ariadne Triviño, de 19 años, llegó a la frontera venezolana el pasado viernes, proveniente de Bucaramanga, Colombia, junto a su hijo y pareja. «Hemos dormido a la intemperie, en el piso», dijo.
Aunque hay grupos que han optado por irse en carros piratas, Triviño asegura que esa posibilidad no es viable para ella, pues no cuenta con el dinero. «Cobran entre 25 a 30 dólares hasta San Cristóbal, 100 hasta Barinas y 170 hasta Valencia», puntualizó.
La Nación