Luego de celebrar el Carnaval en las playas del estado Vargas, algunos temporadistas regresaron a la capital en camionetas de pasajeros, usando las líneas de Gato Negro y Capitolio.
José Villa, conductor de uno de los autobuses que llevó a Vargas a los temporadistas y los regresó a Caracas, comentó que los viajeros pagaron Bs. 300.000 por cada trayecto, un monto que consideró «insuficiente» para mantener a los autobuses.
«Esos precios no son suficientes, el pasaje tiene que estar más caro. Con eso que cobramos no compramos los repuestos y no queda nada de ganancia», dijo.
Entre las personas que regresaron a la capital decían que las playas no estaban repletas como en años anteriores, quizá por la falta de poder adquisitivo de los venezolanos en la actualidad o por la pandemia de la COVID-19.
«Había flexibilización, pero no mucha gente en las playas. Por mi familia, mucho mejor. Porque nos sentíamos con más privacidad», dijo una persona que prefirió no identificarse a Caraota Digital.
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