Un avión Boeing 777 de una aerolínea rusa que operaba un vuelo de carga y volaba desde Hong Kong a Madrid, tuvo que efectuar ese viernes un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo debido a un problema en uno de los motores.
“El piloto del Boeing 777, que operaba un vuelo en la ruta Hong Kong-Madrid informó de un fallo en uno de los canales de control del motor izquierdo y solicitó un aterrizaje de emergencia en Sheremétievo”, señaló una fuente a la agencia Interfax.
La agencia RIA Nóvosti precisó que, según un representante de la aerolínea Rossía, filial del grupo Aeroflot, la causa de esta maniobra de emergencia fue “el funcionamiento incorrecto de un sensor de control del motor”.
“El aeropuerto base de Rossía, Sheremétievo, estaba en la ruta y por ello la tripulación decidió aterrizar de emergencia en Moscú”, añadió, al tiempo que explicó que el vuelo partirá este viernes a Madrid después de las 12.00 hora local (09.00 GMT).
El vuelo transcontinental FV4520 aterrizó de manera segura en el aeropuerto moscovita a las 04.44 hora local (01.44 GMT), de acuerdo con la página especializada en seguimiento de aviones “Airlive”.
La maniobra de urgencia del Boeing se produce menos de una semana después de que un vuelo de United Airlines se viera obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia en Denver, Colorado, Estados Unidos, después de sufrir problemas con un motor poco después de despegar.
Aparentemente, un aspa se rompió y terminó por liberar la cubierta del motor y otras partes metálicas, que cayeron sobre un suburbio de la ciudad.
Tras lo ocurrido, Boeing recomendó suspender las operaciones de los 69 aviones del modelo 777 que se encuentran en servicio y de los 59 en almacenamiento, todos ellos con motores de Pratt & Whitney, que es una unidad de la empresa Raytheon.
Las autoridades aéreas de varios países también decidieron por su cuenta suspender las operaciones de este modelo.
Según informó el jueves The Wall Street Journal, Boeing estaba preparando un rediseño de las cubiertas de los motores Pratt & Whitney de sus aviones 777.
EFE