Las autoridades sanitarias de Colombia detectaron los primeros cuatro casos positivos de COVID-19 en tres de los albergues en donde permanecen miles de refugiados venezolanos, que huyeron de las operaciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana contra grupos armados ilegales, dijo el domingo el alcalde municipal.
Cientos de venezolanos continúan llegando a diario a Colombia agravando la crisis humanitaria que se registra en 18 albergues improvisados, lo que obligó al Gobierno nacional, departamental y municipal a coordinar esfuerzos con organizaciones internacionales como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“La primera crisis que enfrentamos fue la crisis humanitaria debido a la situación de conflicto en Venezuela”, dijo a Reuters el alcalde de Arauquita, Etelivar Torres.
“Pero ya empezamos a vivir una nueva crisis que sabíamos que podía acontecer, está empezando a aparecer esta crisis sanitaria con los casos COVID que esperamos sea controlada rápidamente y que no se nos desborde”, agregó el funcionario quien reveló que los positivos se detectaron en 128 pruebas procesadas.
Arauquita, con 45.000 habitantes, registra hasta ahora 504 casos de COVID-19 y 15 fallecidos, según el Ministerio de Salud.
El desplazamiento masivo comenzó hace una semana después de que efectivos militares venezolanos lanzaron por aire y tierra una ofensiva contra grupos armados ilegales en el municipio de La Victoria, ubicado en el estado Apure.
Los refugiados acusaron a los militares de su país de abusos, incluida la muerte de civiles y el saqueo de casas, pero el ministro de Defensa del régimen, general Vladimir Padrino López, negó el sábado las denuncias de violaciones a los derechos humanos, mientras que el Ministerio Público de la dictadura anunció una investigación.
Torres aseguró que el suministro de alimentos es la primera necesidad para atender a los refugiados, además del déficit de carpas, colchonetas, medicamentos y utensilios de aseo.
El alcalde reveló que, aunque hasta ahora se han censado 4.900 refugiados procedentes de Venezuela, la cifra es mayor debido a que muchos permanecen en casas de amigos y familiares.
“No estábamos preparados para algo como esto”, sostuvo Torres. “La normalización de la situación dependerá de que el origen del problema sea resuelto, es decir que la confrontación entre grupos armados irregulares y las fuerzas del Estado venezolano cesen”.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) comenzó a instalar 100 carpas en una cancha de fútbol para albergar a unas 500 personas, mientras la Cruz Roja suministra asistencia médica en los refugios.
“Hay muchas necesidades y estamos tratando de responder conjuntamente con las autoridades del nivel nacional, departamental y municipal”, dijo Roberto Mignone, coordinador para las emergencias de ACNUR para las Américas, quien previó que la emergencia se extenderá por varias semanas.
Aunque los refugiados dicen que anhelan regresar a sus hogares en Venezuela, advierten que solo lo harán si se suspenden los enfrentamientos armados.
“Da miedo pasar a Venezuela. Duele mucho porque yo no había vivido algo así. Da desconfianza, uno siente indignación”, dijo Rudy Caile, una ama de casa de 28 años que huyó con su esposo y sus dos hijos pequeños.
Reuters