El jefe del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, reafirmó este miércoles ante el Congreso de Estados Unidos que la frontera con México “es segura y no está abierta”, ante el aumento del flujo de migrantes que la oposición califica como una “crisis”.
Mayorkas -el primer latino y el primer inmigrante en encabezar el DHS- compareció después de reconocer el martes que Estados Unidos se encamina a registrar el mayor número de migrantes en la frontera sur en 20 años.
Ante las críticas de la oposición, Biden instó a los migrantes a que no abandonen sus comunidades y les pidió: “No vengan”.
Mayorkas insistió en que “la frontera es segura y no está abierta”, pero admitió que la situación en el terreno es “complicada”.
“La situación en la frontera sur no puede transformarse de la noche a la mañana, en gran parte por el daño hecho en los últimos cuatro años”, en referencia a las políticas implementadas por el gobierno republicano de Donald Trump.
Arrestados cientos de miles
En febrero resultaron arrestadas unas 100 mil personas en la frontera sur -entre ellas 9 mil 457 menores no acompañados-, un aumento del 28% respecto a enero, según las autoridades.
El alto funcionario se negó a calificar la situación de “crisis”, pero si admitió que hay un “desafío”.
“Yo les voy a compartir lo que para mí define una crisis. Una crisis es cuando una nación está dispuesta a separar a un niño de 9 años de sus padres o a separar a una familia para desalentar la inmigración”, respondió Mayorkas, en referencia a la política implementada por Trump.
El nuevo gobierno demócrata busca desmantelar muchas de las políticas de Trump y quiere que el Congreso apruebe una amplia reforma migratoria para dar una vía a la ciudadanía a millones de indocumentados.
Moratoria de deportaciones
Biden también impuso una moratoria a las deportaciones y, para los republicanos, esto generó un efecto llamada y derivó en una “crisis”.
Mayorkas afirmó que el gobierno está “plenamente comprometido” con los desafíos de la migración en la frontera pero indicó que “no hay una única solución que permita abordar estos retos”.
El alto cargo también quiso explicar que hay “factores extraordinarios” y pidió imaginar las condiciones en los países de origen para que los padres envíen solos a sus hijos en el peligroso viaje hasta Estados Unidos.
“Imaginen el nivel de desesperación”, afirmó.
AFP