Michael Taylor, de 60 años y exmiembro de las Fuerzas Especiales estadounidenses reconvertido a la seguridad privada, y su hijo Peter, de 28, fueron extraditados este martes (2.03.2021) a Japón. Pasarán a disposición judicial por su supuesta vinculación con la fuga del expresidente de Nissan Carlos Ghosn, acusado de delitos financieros, mientras se encontraba en libertad bajo fianza.
Michael Peter Taylor, llegaron al aeropuerto tokiota de Narita en un vuelo procedente de Boston (Estados Unidos), custodiados por un equipo de la fiscalía del distrito de Tokio, según recogieron medios locales. Los dos ciudadanos estadounidenses fueron arrestados por las autoridades niponas a su llegada al país asiático, informó la cadena estatal japonesa NHK.
Recursos contra la extradición no prosperaron
Ambos sospechosos de colaborar en la fuga de Ghosn fueron detenidos el pasado mayo en Massachusetts (EE. UU.) por petición de las autoridades niponas, y presentaron varios recursos judiciales contra su extradición a Japón que no prosperaron.
Hace dos semanas, la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó una apelación de emergencia de los Taylor, dando paso a la extradición dictada en instancias judiciales previas. «Es un día triste para la familia, y para todos los veteranos que merecen un mejor trato de su país», dijo su abogado Paul Kelly en un comunicado.
Según las autoridades niponas, Michael y Perter Taylor facilitaron la huida de Ghosn desde su domicilio de Tokio, el 29 de diciembre de 2019, escondido, según informes, en una enorme caja en transportada en un jet privado; así como su llegada a Beirut, en un avión privado, después de una escala en Turquía.
Padre, hijo y un tercer sospechoso
La fiscalía asegura que ambos, junto con una tercera persona, George Zayek, de origen libanés, «contribuyeron a la fuga» del exdirectivo de Nissan conociendo que no podía salir del país asiático, lo que los hace presuntamente responsables de violar las leyes migratorias y «esconder a un procesado».
Peter Taylor fue detenido en Boston cuando intentaba huir hacia Líbano, donde el exjefe de Renault-Nissan se refugia y donde no hay tratado de extradición con Japón. Tanto Peter como su padre estaban en prisión a la espera del fallo del alto tribunal.
Ghosn, que también fue presidente de Renault y de la firma nipona Mitsubishi, que junto con Nissan forman una alianza, fue detenido en Tokio el 19 de noviembre de 2018 y acusado de irregularidades financieras durante su gestión al frente de Nissan.
Se fugó de Japón desde el aeropuerto internacional de Kansai, en la prefectura de Osaka, meses antes de que comenzara su juicio y desde Beirut declaró a los periodistas que era inocente de los cargos y atribuyó su arresto en Tokio a luchas internas en Nissan.
No hay acuerdo de extradición entre Líbano y Japón
Con triple nacionalidad (francesa, brasileña y libanesa), Ghosn no pasó por ningún control migratorio en Japón, ya que, según fuentes próximas al expresidente de Nissan, llegó a esconderse dentro de un baúl para llegar hasta el avión que despegó desde Osaka.
Al Líbano entró con un pasaporte francés y un documento de identidad libanés, según informaron en su momento las autoridades del Líbano.
Ghosn fue citado a declarar en el Líbano a raíz de la emisión de una circular roja de Interpol sobre el fugitivo por petición de Japón, que también ha solicitado la extradición del exejecutivo, aunque esto parece poco probable debido a la inexistencia de un acuerdo bilateral entre Tokio y Beirut.
DW