Este jueves están convocadas nuevas protestas en varias ciudades de Colombia, un día después de la jornada de paro nacional en la que miles de ciudadanos se manifestaron contra la reforma tributaria impulsada por el Gobierno de Iván Duque.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, anunció la noche del miércoles que las manifestaciones continuarán esta jornada «de forma pacífica, masiva y preservando las medidas de bioseguridad».
Además, se espera que se lleve a cabo otro paro nacional el próximo 19 de mayo y que este sábado, Día del Trabajador, se realicen actividades de protesta en las ciudades donde no haya confinamiento por la pandemia.
En un comunicado, el Comité Nacional de Paro, uno de los organizadores de las protestas, calificó las manifestaciones que tuvieron lugar en 500 municipios del país suramericano como «una grandiosa expresión de ciudadanía». Además, afirmaron que existe la posibilidad de ampliar la convocatoria a otros sectores para retomar la dinámica iniciada con el paro nacional de 2019, en contra de las políticas económicas del Gobierno.
Dos fallecidos en las protestas
En las manifestaciones del miércoles murió una persona en Cali, en el departamento del Valle del Cauca, en hechos que aún no han sido esclarecidos, según informó el alcalde de esa ciudad, Jorge Iván Ospina. Del mismo modo, hubo otro fallecido, al parecer por un ataque de epilepsia, en Neiva, capital del departamento del Huila.
Debido a que se presentaron algunos hechos de violencia, que según la Policía se saldaron con al menos 26 detenidos y más de 40 agentes heridos, el CUT condenó los «eventos aislados de vandalismo» que ocurrieron en varias ciudades y «los extraños saqueos» en una cadena de tiendas en Cali, en los que según su versión, «los manifestantes no estuvieron involucrados».
Tal como ha ocurrido en casi todas las jornadas de protesta en Colombia, los organizadores y manifestantes denunciaron la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado, en especial del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), una institución muy criticada por múltiples abusos policiales y violaciones a los derechos humanos.
Del mismo modo, rechazaron los toques de queda y restricciones de la movilidad impuestos por las autoridades locales de varias ciudades para, según ellos, entorpecer el desarrollo de las movilizaciones.
Finalmente, los organizadores pidieron al Gobierno que «deje la soberbia e indolencia» y que ofrezca garantías de seguridad para los líderes sociales y excombatientes acogidos al Acuerdo de Paz ante el aumento sostenido de asesinatos en medio del conflicto por el control territorial de grupos armados ilegales.
Entre las solicitudes también se encuentra el fortalecimiento del sistema de salud, la aceleración del plan de vacunación y las implementación de medidas económicas y planes sociales para la población más vulnerable, que ha sido la más golpeada por la pandemia.
RT Actualidad