El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, aseguró el miércoles que «ejecutará» los bienes del diario venezolano El Nacional si este no le paga una indemnización por daño moral de más de 13 millones de dólares ordenada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
«Si no pagas en efectivo, tenemos que ejecutar los bienes para resarcir los daños porque yo sí tengo moral», dijo Cabello durante su programa semanal «Con el mazo dando», que emite el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Cabello subrayó que «hablaron los tribunales» y mostró su esperanza de que «pueda ser ejecutado rápidamente» el pago de la indemnización.
La sentencia que rechazada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y más de 20 exmandatarios iberoamericanos, fue publicada el pasado 16 de abril y, en ella, el TSJ dicta que el rotativo venezolano deberá pagar a Cabello el equivalente a 13.369.170 dólares.
Cabello, diputado del Parlamento de Venezuela, demandó a El Nacional en agosto de 2015, después de que el rotativo replicara una información del diario español ABC, que indicaba que el líder chavista era investigado por Estados Unidos por presuntos nexos con el narcotráfico.
El Nacional calificó el fallo como una «persecución política» y alertó de que Cabello tiene la «intención de perpetrar una expropiación encubierta mediante la cual pasaría a ser propietario y editor de este histórico medio de comunicación».
Frente a ello, Cabello aseguró este miércoles que no quiere que El Nacional desaparezca y dijo que si le paga la multa empleará el dinero para comprar vacunas contra el COVID-19 y la construcción de «una escuela de niños especiales».
«Si ellos se las dan de duros y no quieren pagar, el edificio sede de El Nacional, si así lo consideran los tribunales es entregado a este que está aquí, inmediatamente firmaré para que ese edificio se convierta en la sede de la universidad de las comunicaciones», apostilló.
En un informe presentado en su reunión de medio año que se celebra esta semana, la SIP dijo que en Venezuela hay «una dictadura implacable» que considera al periodismo independiente como un enemigo permanente.
DW