Real Madrid y Barcelona protagonizaron un clásico crucial en el tramo final de la Liga española. El duelo fue atrapante y, finalmente, los dirigidos por Zinedine Zidane se quedaron con una victoria por 2-1 que les permitió alcanzar al Atlético en lo más alto de la tabla de posiciones. El cierre del encuentro fue tenso e incluyó cruces entre algunos de los futbolistas más experimentados de ambos clubes.
Uno de los intercambios de mayor voltaje fue el que protagonizaron Luka Modric y Gerard Piqué. Una vez que el árbitro Jesús Gil Manzano marcó el final del encuentro y decretó el triunfo Merengue, los jugadores comenzaron a saludarse camino a los vestuarios. Cuando el croata llegó hasta la posición del jugador del Barcelona, le gritó: “Estás esperando para rajar ahora, eh”. De esa manera advirtió a su rival de que no fuera a quejarse con el juez por el tiempo que había adicionado.
La respuesta de Piqué fue inmediata. “Hombre, cuatro minutos”, dijo en forma de queja el defensor que estuvo en el banco, pero que no entró. Es que en los instantes finales del partido el Barcelona estaba volcado en ataque en busca del agónico empate y sus jugadores consideraron que el árbitro debería haber marcado un descuento aún mayor. “¿Y cuántos quieres?”, le respondió molesto Modric y le quitó la mano tras el saludo.
Algo de razón tenía el croata del Real Madrid. Después de saludarlo, Piqué se fue hasta el centro del campo y le reclamó a Gil Manzano por sus fallos. Una de sus quejas, además, fue que el colegiado había pasado varios minutos arreglando su intercomunicador, por lo que tendría que haber adicionado más que cuatro minutos.
Infobae