La condesa de Wessex, esposa del príncipe Eduardo -hijo pequeño de Isabel II y el fallecido duque de Edimburgo-, elogió este sábado a la monarca tras visitarla en su residencia de Windsor: “La reina ha estado increíble”, expresó Sophie a los medios, con lágrimas en los ojos.
Un día después de la muerte de su padre, el príncipe Felipe, Eduardo y su esposa se detuvieron brevemente a intercambiar algunas palabras con los ciudadanos que se habían reunido a las puertas del castillo para rendir tributo al duque.
El príncipe Andrés, tercero de los cuatro hijos de Isabel II y Felipe, también visitó esta mañana a su madre en Windsor, unos 30 kilómetros al oeste de Londres.
A pesar de que la Casa Real y el Gobierno han pedido que se eviten las concentraciones ante las residencias de la monarquía, debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus, algunos ciudadanos han acudido durante el día a las puertas del castillo de Windsor para depositar ofrendas florales.
Tras la muerte del duque, un documental emitido por la BBC ha recogido algunas reflexiones de los hijos de Felipe sobre su padre.
“Su energía para respaldar a mi madre era impresionante”, afirma en esa pieza Carlos de Inglaterra, primogénito de la reina y heredero al trono británico.
“Creo que como mejor le recuerdo es como alguien que siempre estaba ahí. Una persona a la que le podías lanzar ideas y a la que siempre podías acudir si tenías problemas, sabiendo que te escucharía y trataría de ayudarte”, expresó por su parte la princesa Ana.
Eduardo describió a su padre como “una fuente de apoyo, ánimo y guía”. “Nunca intentaba frenar ninguna actividad o algo que quisiéramos intentar hacer, siempre nos animaba”, sostuvo.
También rememorando su infancia, el príncipe Andrés relató algunas escenas íntimas con Felipe.
“Como cualquier otra familia de aquella época, tus padres se iban a trabajar durante el día, pero por la noche, como cualquier otra familia, nos reuníamos. Nos sentábamos en un sofá en grupo y él nos leía”, describió Andrés.
EFE