Por segundo año seguido, el calendario tradicional del Abierto de Francia ha sido alterado por la pandemia de coronavirus.
El torneo de Grand Slam en superficie de arcilla será aplazado una semana por la pandemia del coronavirus, según anunciaron el jueves los organizadores.
“Este aplazamiento nos dará un poco más de tiempo para mejorar la situación de salud y debería permitirnos optimizar nuestras posibilidades de recibir espectadores en Roland Garros”, dijo Gilles Moretton, presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT). “Tanto por los aficionados, los jugadores o el ambiente, la presencia de público es esencial para el torneo, el primer torneo internacional deportivo de la primavera”.
Estaba previsto que el torneo de polvo de ladrillo del Grand Slam comenzara el 23 de mayo, pero ahora los partidos de primera ronda comenzarán el 30 de marzo. La federación francesa de tenis dijo que se había tomado la decisión para maximizar las posibilidades de disputar el evento “ante tantos aficionados como sea posible” de forma segura.
El torneo del año pasado se aplazó a septiembre por la crisis sanitaria, con el público limitado a mil personas al día.
La demora afectará la temporada de torneos en césped, pero no a Wimbledon. Apenas habrán dos semanas de separación ahora entre Roland Garros y Wimbledon, programado entre el 28 de junio y el 11 de julio.
Las autoridades del tenis ampliaron el lapso entre la final del Abierto de Francia y el inicio de Wimbledon a tres semanas en 2005, dándole tiempo extra para adaptarse a la superficie más rápida del deporte.
“Todos los cuatro torneos de Grand Slam comparten la opinión de tener una periodo de preparación significativo previo a cada de Grand Slam … Sin embargo, dados los considerables desafíos que afronta la FFT para la realización de Roland Garros, y para evitar un impacto adicional al resto del calendario, la temporada de césped se acortará una semana en 2021”, dijo la junta del Grand Slam en un comunicado.
Wimbledon fue cancelado el año pasado por la pandemia, la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que la cita de Grand Slam más antigua no se pudo disputar.
La decisión de retrasar el inicio de Roland Garros se da en momentos que los hospitales de Francia están casi saturados por los casos de coronavirus. Para contener los contagios, el gobierno impuso nuevas restricciones a nivel nacional, incluyendo el cierre de escuelas por tres semanas, la prohibición de viajes internos durante un mes y el cierre de negocios no esenciales.
La federación francesa de tenis dijo que la decisión se tomó para maximizar la presencia de público en el torneo de forma segura.
Ugo Valensi, el director ejecutivo de la junta de Grand Slam, respaldó el retras. Pero la tenista francesa Alize Cornet fustigó a la ministra de Deportes Roxana Maracineanu por la decisión
“Nuestra ministra de Deportes es un desastre”, dijo Cornet, entrevista por el Tennis Channel de Estados Unidos. “Es una decisión muy egoísta, siendo franca. El calendario va a sufrir con esta postergación. Comprendo que es una situación complicado para el torneo, pero tenemos que pensar en los jugadores y el calendario”.
El Abierto de Australia de este año se puso en marcha con un retraso de tres semanas por el virus, y las cuarentenas que se debieron cumplir afectaron la preparación de varios jugadores.
AP