El secretario de Estado, Antony Blinken, empezó este 25 de mayo su gira en Jerusalén. Desde allí prometió la máxima ayuda posible para reconstruir Gaza, que quedó devastada por los intensos bombardeos israelíes. Sin embargo, aclaró que excluirá a Hamas de la ayuda humanitaria.
Para Estados Unidos su interlocutor es la máxima autoridad palestina en Occidente, Mahmoud Abbas, con quien se reunirá. Sin embargo, para los palestinos no tiene legitimidad e incluso una multitud de fieles en Al Aqsa —principal mezquita de Jerusalén—, el viernes, día que empezó la tregua mediada por Egipto, gritaron arengas críticas a Abbas y en favor de Hamas, que desde Estados Unidos es considerado como un grupo terrorista.
Estados Unidos, en busca de una solución al conflicto
En Jerusalén, Blinken se reunió con el primer ministro en funciones de Israel, Benjamin Netanyahu, a quien instó a «construir sobre la tregua». El líder israelí aprovechó la coyuntura para gesticular y advertir que si Gaza se saltaba la tregua, Israel respondería con un «ataque muy poderoso».
Sin embargo, las autoridades israelíes permitieron que el combustible, los medicamentos y los alimentos ingresaran en Gaza por primera vez desde que comenzaron las hostilidades el 10 de mayo.
El secretario de Estado se aferró al discurso de concordia: «Sabemos que para evitar un retorno a la violencia tenemos que utilizar el espacio creado para abordar un conjunto más amplio de problemas y desafíos subyacentes», dijo Blinken, quien espera reconstruir las relaciones con los Territorios Palestinos, después de que la Administración Trump rompiese puentes, reduciendo ayuda económica e impulsando un plan que pudiese culminar la ocupación israelí de los territorios de Cisjordania.
«Como dijo el presidente Biden, creemos que los palestinos y los israelíes merecen igualmente vivir de forma segura, disfrutar de medidas iguales de libertad, oportunidad y democracia, ser tratados con dignidad», dijo Blinken, que mantiene la apuesta de la Casa Blanca por impulsar la solución de los dos Estados, aunque reconocen que es un camino que necesitará tiempo y «liderazgos».
Después de Jerusalén y Cisjordania, Blinken visitará Egipto y Jordania
Tras la reunión con Netanyahu, Blinken ha asistido a compromisos con el ministro de Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi y el ministro de Defensa, Benny Gantz. Después se dirigirá a Ramallah en Cisjordania, donde se verá con Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, y su primer ministro, Mohamad Shtayeh.
La gira se extenderá hasta el jueves, puesto que el secretario de Estado tiene previsto desplazarse hasta Egipto para reunirse con el presidente Abdelfatah al-Sisi, y el ministro de Exteriores, Sameh Shukri. Después continuará hasta Jordania, donde se encontrará con el rey Abdala II y el viceprimer ministro y titular de Relaciones Exteriores, Ayman Safadi.
Egipto fue el principal impulsor de la tregua entre Israel y Hamas cristalizada el viernes 21 de mayo, mientras que Jordania también ha apoyado las conversaciones para detener la guerra.
Un conflicto en desigualdad de fuerzas
La guerra de 11 días dejó más de 250 palestinos y 13 israelíes muertos. Todo empezó después de que manifestantes palestinos considerasen que la policía israelí estaba aprovechando la pandemia para aumentar la vigilancia durante el mes sagrado musulmán del Ramadán; a esto se le sumó la amenaza de desalojo de decenas de familias palestinas por colonos judíos.
Las protestas palestinas tuvieron una fuerte respuesta policial y los enfrentamientos entre civiles judíos y musulmanes se extendieron por ciudades mixtas de Israel. Esto, finalmente, provocó ataques con misiles de Gaza a Israel, que obtuvieron como respuesta devastadores bombardeos, con una fuerza militar de última generación.
La tregua se ha mantenido durante cinco días, pero la situación es de extrema fragilidad. La ocupación de Cisjordania fue suspendida antes de los combates, pero está previsto que se reanude pronto. Además, la policía reprimió una manifestación en la mezquita de Al-Aqsa, el viernes pasado, tras el alto el fuego; el lunes un soldado israelí y un civil fueron apuñalados en el este de Jerusalén antes de que la policía matase al agresor; y este martes un palestino murió por disparos de fuerzas israelíes encubiertas.
Israel tiene bajo bloqueo a Gaza desde 2007, en lo que los palestinos condenan como un castigo colectivo. Egipto también mantiene restricciones en su frontera con Gaza; ambos países alegan motivos de seguridad.
Israel y Palestina viven momentos políticos complejos
En Palestina, el presidente Abbas canceló las primeras elecciones en 15 años, las cuales se debían haber celebrado este mes. Lo hizo cuando parecía que su partido Fatah iba a sufrir una gran derrota, por lo que los palestinos consideran que ha perdido toda legitimidad.
Del otro lado, Israel ha tenido cuatro elecciones en dos años y Netanyahu está en proceso de formar Gobierno. Sin embargo, han crecido las críticas extremistas que le achacan haber terminado la ofensiva muy pronto o de no haber sido más duro con Hamas.
Además, la visita de Blinken también ha servido para hablar de la vuelta de Estados Unidos al pacto nuclear con Irán: «Pase lo que pase, Israel siempre conservará el derecho a defenderse», dijo el secretario de Estado sobre cualquier amenaza nuclear iraní.
France24 con EFE, Reuters y AP