Cali se mantiene como el epicentro de las protestas sociales y vandalismo con bloqueos en las vías ahogando algunos establecimientos y la llegada de mercancías.
La violencia de los últimos días en las calles de varias zonas de la ciudad ha cobrado la vida de más de una veintena de personas, según organizaciones sociales, en una ciudad a la que las autoridades nacionales enviaron unos 1.200 militares para supuestamente restaurar el orden.
Según cifras de la Defensoría 24 manifestantes han muerto en las protestas en todo el país.
Las multitudinarias protestas se convirtieron en un polvorín desde el primer día por la acción desmesurada de las fuerzas de seguridad y por episodios aislados de saqueos a bancos, supermercados y establecimientos privados.
Las protestas conllevaron bloqueos que se prolongan desde hace más de una semana y que están derivando el desabastecimiento de productos, lo que también ha provocado en los últimos días saqueos a estaciones de combustible y servicios.
EFE