“El intelecto siempre tiene la razón, pero la intuición nunca se equivoca”. Alejandro Jodorowsky
Como “el susurro del ama” definió la intuición el escritor Jiddu Krishnamarti. En ocasiones, dices “siento que esta situación no está bien” o “no me siento bien con esta persona”. Para alcanzar descifrar esa percepción o presentimiento se debe “equilibrar los sentimientos con los pensamientos, y las emociones con las sensaciones”.
La intuición es esa voz interna que te habla en la conciencia y te da un aviso. Un presentimiento que siempre te advertirte sobre una situación que se pueda suscitar en cualquier momento.
También te avisa algo bueno o malo hacia las personas que recién conoces o si un ser querido está pasando por algún problema.
Por intuición podemos entender de manera inmediata algo que nos expliquen sobre cualquier tema sin tener un conocimiento previo al respecto, o estudio alguno.
Generalmente la intuición va relacionada con un don que quizás las personas con mayor sensibilidad desarrollan más. Incluso las que son más observadoras, analizadoras y las que siempre buscan el sentido de las situaciones: los porqués de todos los hechos.
La psicología sostiene que cuando usamos la intuición desaparece la razón, porque esa advertencia que sentimos sobre algo es irracional, pero no por eso, deja de tener veracidad. De hecho, a todos nos ha pasado alguna vez, que nos hemos salvado de ser víctimas de algún suceso lamentable.
O cuando conocemos a una persona y de repente, pensamos “tiene un no sé qué”. No nos da buena espina o simplemente vemos algo que no nos cuadra, y el tiempo nos confirma que nuestra intuición no se equivocó.
Debemos saber separar el juzgar con los que nos avisa la intuición, porque son muy diferentes. La intuición nos advierte sin razón. El juzgar nos hace señalar usando la razón, para bien o mal.
Aunque la intuición rebasa la razón, no adivina el futuro, por tanto tampoco predice algún evento. Sin embargo, existen personas que han tenido advertencia sobre situaciones trágicas, como accidentes donde pudieron perder la vida. Inclusive nos avisa qué debemos dejar atrás y hacía dónde debemos caminar.
Comúnmente se dice que las mujeres tienen un sexto sentido, este no es más que la intuición femenina que pocas veces se equivoca, sobre todo cuando se trata de los hijos, esposos, familia, hogar, amigos, trabajos…
“La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre”, Rudyard Kipling
En realidad, es una habilidad que se la atribuyen más a las mujeres que a los hombres. Quizás se debe a que las mujeres son más afectivas, sentimentales y por ende, más sensibles.
Igualmente, la desarrollan más las personas que meditan, toman tiempo solos, motivan su creatividad, prestan más atención a los detalles y sobre todo las más emocionales…
No hagas caso omiso de tu intuición. Lo recomendable es que le prestes mucha atención, porque podría salvarte la vida o evitarte pasar un mal momento.
La psicología también señala que la intuición te hace sentir sensaciones como un nudo en la garganta y mariposas en el estómago. La última, guarda relación con el amor, esa emoción que nos da en nuestro interior cuando se aproxima a nuestro lado la persona que amamos o sabemos que más tarde nos encontraremos.
La intuición puede ser una gran aliada, que al saberla desarrollar y manejar, nos serviría para tomar importantes decisiones de cualquier índole y más, cuando se trata de dar cambios cruciales tanto en el plano del amor, vida, trabajo como estudios. Así que, cuando te susurre el alma, escúchala bien.
“Hagamos caso a la intuición, porque rara vez se equivoca. Por algo llega en forma de presentimiento”, anónimo.
Aylen Bucobo
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