La Seguridad Nacional de Estados Unidos está monitoreando dos buques de guerra iraníes cuyo destino final podría ser Venezuela, según tres personas familiarizadas con la situación, en lo que sería un movimiento provocador en un momento tenso de las relaciones entre la nación norteamericana e Irán.
Una fragata iraní y el Makran, un antiguo tanquero petrolero que se convirtió en una base flotante de avanzada, se dirigieron hacia el sur a lo largo de la costa este de África, dijeron las personas consultadas que hablaron bajo condición de anonimato para discutir sobre dicho tema delicado.
Los funcionarios estadounidenses no saben con certeza el destino de los barcos iraníes, dijeron estos funcionarios, pero creen que, en última instancia, podrían dirigirse a Venezuela. La intención de Irán de enviar los barcos en dirección al hemisferio occidental sigue siendo un misterio, dijeron las fuentes, al igual que su cargamento.
Los dos países, que enfrentan severas sanciones estadounidenses, han desarrollado vínculos más estrechos en los últimos años, con una cooperación que va desde envíos de gasolina hasta proyectos conjuntos de automóviles y fábricas de cemento.
Se informó a altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro en Caracas que dar la bienvenida a los buques de guerra iraníes sería un error, según una persona familiarizada con las discusiones. Pero no está claro si Maduro ha prestado atención a esa advertencia: el jueves, los oficiales militares estadounidenses entendieron que los barcos habían dado la vuelta, pero, a partir del viernes por la mañana, todavía estaban navegando hacia el sur, según una de las personas.
Los legisladores al tanto de la información de inteligencia más sensible fueron informados en los últimos días de que Estados Unidos creía que los barcos iraníes podrían dirigirse hacia Venezuela, pero advirtieron que el destino podría cambiar.
La mera presencia de buques de guerra iraníes en el “patio trasero” de Estados Unidos representaría un desafío a la autoridad estadounidense en la región, y probablemente inflamaría el debate en Washington sobre la decisión del presidente Joe Biden de reabrir las negociaciones con Teherán.
Los medios iraníes han afirmado que el Makran, de 755 pies de largo, que se encargó este año, puede servir como plataforma para la guerra electrónica y misiones de operaciones especiales, y los funcionarios iraníes se han jactado de las capacidades de misiles y armas del barco. Puede transportar de seis a siete helicópteros, así como drones, dijeron.
Un portavoz del Palacio de Miraflores declinó hacer comentarios. Un portavoz de la misión iraní ante la ONU se negó a comentar. Y los portavoces de la Casa Blanca y el Pentágono también declinaron hacer comentarios.
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