Al menos 20 personas fallecieron y otras 50 resultaron heridas en la madrugada del viernes cuando un bus de peregrinos que circulaba a gran velocidad volcó en una carretera y se precipitó por un barranco en una zona remota del suroeste de Pakistán, dijeron la policía y funcionarios.
El accidente ocurrió en Khuzdar, un distrito de la provincia de Baluchistán, explicó Hafeez Ullah Mengal, agente de la policía local, añadiendo que los rescatistas llevaron a los muertos y heridos a un hospital cercano.
Imam Bakhsh, uno de los heridos, contó a The Associated Press por teléfono que los pasajeros habían advertido repetidamente al conductor que tuviese más cuidado. Culpó al conductor por el siniestro y dijo que iba disfrutando de la música y su conducción era temeraria.
Según Imran Ahmad, un funcionario de las fuerzas de seguridad de Levies, una supuesta negligencia del conductor fue la causante del siniestro, pero apuntó que las autoridades seguían investigando lo ocurrido.
Los peregrinos regresaban a Dadu, un distrito en la vecina provincia sureña de Sindh, tras visitar el santuario de un santo sufí. Bashir Ahmed, subcomisario del distrito de Khuzdar, señaló que el conductor perdió el control del vehículo en una curva cerrada.
El bus estaba abarrotado y varios de los peregrinos viajaban sentados sobre el techo en el momento del siniestro, añadió Ahmed, apuntando que el pronóstico de algunos de los heridos era crítico y que el conductor también sufrió lesiones.
“No hay un solo pasajero que no haya sufrido una herida en el accidente”, dijo Ahmed a la AP por teléfono. Miles de personas de todo el país visitan cada año el templo para participar en una reunión anual en el lugar, afirmó. Los muertos y heridos eran de la provincia de Sindh.
Este tipo de accidentes letales son habituales en Pakistán por el mal estado de las carreteras y el incumplimiento de las normas de tráfico.