Esta revolución, que no es otra cosa que un comunismo a la cubana, ha “revolcado” la mentalidad de los venezolanos; es imposible entender que un gobierno sea el artífice y financista (dinero y armas) de la delincuencia. Todo es una estrategia de control político y social; lo que no puede lograr el gobierno lo hacen sus aliados (delincuentes). El “comandante eternamente enterrado” decía: “escuálidos tengan cuidado, no se equivoquen, ésta revolución está armada”; y tenía razón, de allí viene el Coqui, Mayeya y otros.
Según La RAE, Delincuencia, es: 1. calidad de delincuente 2. Comisión, acción de cometer un delito. 3. Conjunto de delitos en general, o referidos a un país, período de tiempo o a una especialidad. La delincuencia, en el ejercicio de actividades gubernamentales, se manifiesta de manera distinta; no produce, en la mayoría de los casos, pérdidas humanas, pero, trae en la más notable de ella que es, en primera instancia ´´el robo y el manejo irregular de los bienes del Estado´´ una patología moral; y en tanto patología involucra también una psiquis en cierto modo confundida, que se radicaliza en la sociedad cuando deviene en hechos que causan repulsión social como lo es el narcotráfico. Rousseau, afirma al respecto, que la corrupción es el mal uso de la libertad que no mira el bien general, sino el particular. Locke, gran filósofo inglés, estudioso de la ética y la política, dice “que no puede haber formas de gobierno corrupto, sino que la corrupción será parte o no de una forma de gobierno (alianza intrínseca entre Gobierno – delincuentes).
La filosofía de vida del comunista es distinta a la normal; es decir, La filosofía de vida, es personal, de particularidades especiales, que posee un conjunto de pensamientos, creencias y valores que nos ayudan a dirigir nuestras vidas en todo el contexto político, social, económico, cultural, ético, religioso, donde estemos involucrados. Si analizamos nuestras creencias, prioridades, valores y objetivos, hay que comprender que están en el origen de nuestra motivación y son ellos el combustible de nuestras acciones.
Con la llegada al poder del “comandante eternamente enterrado” se institucionalizó un gobierno corrupto; este ha nacido de sus creencias, ¿valores o antivalores? y objetivos. Cuando en una forma de gobierno el poder está centralizado y controlado por una camarilla que responde únicamente a los aspectos ideológicos, la filosofía de vida de ellos es apoderarse de todo aquello que pueda generar riqueza y esta se convierte en la razón de ser de sus acciones. En la antigua URSS, los gobernantes eran ricos, representaban una élite privilegiada, mientras que el pueblo vivía en la pobreza o en la miseria; Igualmente eso ocurre en China, en Cuba, Corea del Norte, Venezuela, otros.
El régimen comunista que detenta el poder en Venezuela, para desgracia de su pueblo, ha estado conformado por una “banda de delincuentes”, asesorados ampliamente por los ladrones y asesinos gobernantes de Cuba, que han arruinado la patria; se robaron la bicoca de más de un billón de dólares en 22 años y convirtieron a nuestro país, en ´´sede necesaria´´ para el traslado de drogas a otros escenarios internacionales y todo ello con la anuencia de las instituciones del Estado, incluyendo en primer orden a la FAN. Es casi, que imposible, conseguir un funcionario del régimen que no se haya enriquecido en todo este tiempo.
El ejemplo, sin duda, lo dio el “comandante eternamente enterrado”; nada más tenemos que ver las redes sociales para conocer la filosofía de vida de toda su familia; eran auténticos “pata en el suelo”, antes de su llegada al poder; de manera siguiente y dándole continuidad a “esa obra ideológica” vinieron los hermanos Cabello, Carvajal, Reverol, Aissami, Ramírez y sus respectivos testaferros; todos con expedientes criminales en el mundo. Estimado lector, lo invito formalmente, si quiere lo hace al azar, coloque el nombre, en un biombo, de quienes ejercen o ejercieron, algún cargo durante estos 22 años, en cualquier parte de la geografía nacional y ponga una mano inocente para que saque el nombre del funcionario X. Le garantizo que pasó de ser un humilde pueblerino, antes de ir al gobierno, a un personaje que se vanagloria de su riqueza. Es asombrosa la diferencia que se ha constituido en el país entre el pueblo de a pié y esa camarilla gobernante, civiles y militares y los de la cota 905, etc. El Maduro los alienta y los protege en sus delitos; falta mucho por hacer, le dice: falta “raspar la olla”. Hoy en día es difícil que se pueda “tapar” esas actividades delictivas, las redes sociales son instantáneas y publican todo lo que acontece en el mundo con respecto al régimen y sus delincuentes. Lo que si los espera, y pronto, son los tribunales nacionales, internacionales y el más importante, el de La Haya.
Marlon S Jiménez García
@marjimgar