El muro del Saime. Por Jesús Rangel Rachadell

Luego de la Segunda Guerra Mundial la ciudad de Berlín fue dividida en cuatro sectores, correspondiendo a los principales países triunfantes. La parte ocupada por la Unión Soviética pasó a llamarse República Federal de Alemania y como buen comunismo trajo pobreza y desempleo, provocando la huida de tres millones de personas. A Jruschov, primer secretario del Partido Comunista, no se le ocurrió mejor idea que construir un muro para impedir que los mejores recursos humanos huyeran de la utopía comunista. Una manera perversa de separar a las familias.

Con el secretismo conocido del chavismo, se implementó la política de restringir la entrega de pasaportes a jueces, fiscales, oficiales de la Fuerza Armada y una larga lista de opositores que se les antoja. A esta estrategia la denominan “bloqueo de funcionario público o alto cargo”, eufemismo para impedir que se vaya del país ese personal que es parte del sistema de represión contra el pueblo. Además, aprovechan para castigar a los que se atrevan a pronunciarse en esta Venezuela del hambre, esa que busca en los contenedores de basura su solución, esa triste alternativa que tiene el pobre para evitar morirse.

Entre las medidas de castigo están la anulación del pasaporte o del trámite de la prórroga sin que el interesado haya solicitado o suspendido el procedimiento, algo así como lo que el Consejo Nacional Electoral les aplica a los opositores al mudar votantes sin su consentimiento. Estos órganos públicos nunca contestan, mienten descaradamente cuando se reclama la inoperancia del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), y su excusa es el retraso o que el programa de computadora se volvió loco y dio error. Detrás de ese comportamiento se oculta el control social.

En nuestra legislación tenemos decisiones de los jueces en el marco de un procedimiento judicial llamadas medidas cautelares que le permiten, a su criterio, limitar el libre tránsito. Estas disposiciones son dictadas sin que el afectado se entere, para evitar su fuga, la de menores o adolescentes. En todo caso, son apelables, puede reclamar que son excesivas, innecesarias o caucionar entregando una garantía económica por los resultados del juicio. Según la Constitución, se prohíben las sentencias en las que sea imposible revisar la decisión, por cuanto la doble instancia está prevista en el numeral primero del artículo 49, es decir, por lo menos dos niveles deben conocer una causa. Poco podrá exigir si desconoce que existe la restricción, sin embargo, usted padecerá el que lo hayan incluido en una de esas listas que vienen del mismo despacho del Fiscal General de la República por las que le impiden que le tramiten su documento de identidad para salir del país.

El desastre del Saime se avizora muy lejos de terminar, ya que, además de anularle el trámite a su libre arbitrio, tampoco le devuelven el dinero si no reclama. Aunque le cobran a la tasa del Banco Central de Venezuela a ese cambio nunca le regresaran lo transferido, porque el reintegro es sin reconocerle la diferencia cambiaria por un error que generó el Saime y el Banco, ese que en su página web dice que garantiza sus operaciones con el Saren (Registros y Notarías), sin mencionar al Saime. El desorden es de tal magnitud que el proceso que implementaron en 2021 roba a los usuarios al desconocerle los pagos efectuados por la plataforma del Banco de Venezuela (BdV), el cual desapareció de entre los bancos por medio de los cuales se paga. Al solicitar la devolución de los bolívares, el banco, si atiende y aprueba su reclamo, lo hará a un monto devaluado por la política económica de Nicolás. Recuerde, el pago se procesa por la combinación de la web del Saime y el banco, por lo que la falta de coordinación de esas instituciones es la causante del cobro indebido o que aparezca como pendiente de pago. Usted es inocente, sin embargo, lo castigan por los errores de otros, típico del socialismo. Los correos para reclamar al BdV, si funcionan, le darán una contestación automática sin lapso de respuesta, y el 0-800-saime-00 es otra oferta engañosa, está desconectado.

Solo pueden salir de Venezuela los que tienen para derrochar en trámites inconclusos, los que tengan bajo perfil político y los que el Estado autorice por ser fieles a la robolución, pero los represores mencionados arriba deben quedarse a matraquear y extorsionar a los que continúan en esta tierra de gracia. Si tiene una prohibición oficiosa, ni que tenga una garrocha de dólares podrá saltar el muro de Berlín del Saime.

El director de ese organismo pretende ser la imagen de la eficiencia que oculta al verdugo del gobierno socialista y su sistema diseñado para humillar. Lo obligarán a largas colas y horas de espera hasta la noche para que lo atiendan, sin garantía de que le vayan a entregar ese cuadernillo de color para buscar un sueño. Le deseo suerte en la trocha, porque los cubanos del Saime le impondrán su muro.

 

Jesús Rangel Rachadell

@rangelrachadell

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