Una de las obras arquitectónicas más emblemáticas del estado Aragua, la Maestranza César Girón de Maracay, es a la vez una de las plazas de toros más reconocidas de América, pero hoy luce su peor cara.
Los históricos espacios de la urbanización Calicanto están hoy sumidos en el olvido, entre deterioro, daños estructurales e invasión de personas desamparadas, 88 años después de que la hermosa estructura acogiera las primeras corridas.
Inaugurada en 1933 durante el gobierno de Juan Vicente Gómez como Maestranza de Maracay, es una obra del gran arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva, inspirada en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, España.
Fue rebautizada con el nombre de Maestranza César Girón en honor al célebre torero venezolano César Girón, uno de los mejores del mundo, fallecido en un accidente de tránsito en 1971.
El 15 de abril de 1994 la plaza maracayera fue declarada «Monumento Histórico Nacional», según consta en Gaceta Oficial número 35.441.
El ruedo del coso calicantino fue, en sus mejores tiempos, uno de los más importantes del planeta en cuanto al arte de la tauromaquia. De hecho, muchos rejoneadores y toreros de alta factura pasaron por esta monumental maestranza.
Ya no es tan señorial como antes. En sus rincones y en las estructuras se puede evidenciar el estado de dejadez en que se encuentra bajo la mirada indiferente de las autoridades locales y regionales.