Este miércoles se jugaron los últimos cruces de cuartos de final de Roland Garros. Esta vez un poco más de 13.000 personas pudieron ingresar al estadio, pues Francia entró en su tercera etapa de salida del confinamiento.
Con Swiatek fuera, París tendrá nueva reina
La griega Maria Sakkari sorprendió a Iga Swiatek, defensora del título conseguido el año pasado aquí. Así puso fin a una racha de 11 victorias consecutivas en Roland Garros.
La polaca se vio confrontada a una contrincante que estuvo muy precisa y que le pegaba fuerte a la pelota. De esta manera se llevó el primer set 6-4.
Swiatek parecía quedarse sin ideas y desplazarse con menos agilidad que en los partidos anteriores, además se le vio errática como pocas veces. Cuando iba 2-0 abajo pidió tratamiento médico. Al cabo de unos minutos regresó con el muslo derecho vendado. Esto en nada cambió y Sakkari la esperó para sellar su triunfo.
Ahora, la griega jugará contra la checa Barbora Krejcikova quien terminó con las aspiraciones de Coco Gauff 7-6 (8-6) y 6-3 este miércoles. Ambas accedieron a la semifinal de un Grand Slam por primera vez.
En el resto del cuadro femenino, este jueves se enfrentarán la eslovena Tamara Zidansek y la rusa Anastasia Pavlyuchenkova.
Con estos resultados, por primera vez ni una sola jugadora del top 10 estará entre las semifinalistas en la Era Open de Roland Garros.
Roland Garros sonríe a los griegos
Los jugadores griegos están haciendo historia en esta edición. Antes de la histórica victoria de Maria Sakkari, su compatriota Stefanos Tsitsipas se clasificó a semifinales. Lo hizo enfrentándose al ruso Daniil Medvedev en la cancha principal vacía de gente. Es quizás el mejor partido que se ha visto en esta edición. Un enfrentamiento parejo, que comenzó con pocos errores, ambos jugadores muy bien calibrados en sus golpes y en suma concentración.
De los partidos que se han jugado en las night sessions, sin público, fue en este en el que no se dio una atmósfera extraña como en las anteriores. De hecho, la falta de público no se hizo sentir tanto.
Stefanos Tsitsipas se llevó el primer set 6-3. Pero el segundo comenzó más apretado. Medvedev empezó adelantándose en el primer set 3-4. Pero luego el griego, número 5 del ranking de la ATP, remontó hasta quedarse con el set 7-6, jugando con cabeza fría. Para el que sería el tercer y último set, Medvedev decidió cambiarse por completo de ropa y vestirse todo de blanco (estaba de azul oscuro). Pero el cambio no le trajo serenidad, aunque el encuentro volvió a ponerse reñido y se fue a 5-5.
Luego, Tsitsipas con su potente y bien colocado servicio se fue arriba 6-5. Vino entonces un gesto del ruso que generó incomprensión en la tribuna de prensa, al servir por debajo cuando tenía la posibilidad de igualar. El griego no desaprovechó y se quedó con el set y con el partido.
En semifinal, Tsitsipas se medirá a Alexander Zverev, quien venció a un combativo Alejandro Davidovich-Fokina este martes.
Nadal cede un set a un Schwartzman que brilló, pero no le alcanzó
El júbilo colmó el Chatrier en la tarde de este miércoles. La gente se puso de pie para recibir a Rafael Nadal en su partido ante el argentino Diego Schwartzman.
Primera vez que se sintió el ambiente que reina tradicionalmente en París. El partido comenzó lento. Los dos jugadores iban midiéndose fuerzas e intenciones.
Nadal se puso arriba con una pelota cruzada para 2-1. La pelea comenzó fuerte con “El Peque” haciendo que Nadal recorriera la cancha de lado a lado. Muy sólido con su derecha. Se puso 40-A y salvó su servicio hasta el 2-2.
El público quería juego y espectáculo y es lo que obtuvo. Por ratos Nadal fue favorito y por otros, Schwartzman. El primer break llegó de la mano de Nadal que logró romper el servicio del argentino para ponerse 4-2.
Vino entonces una doble falta de Nadal que no ha estado tan fino en el servicio en lo corrido del torneo. Y Schwartzman que quiebra el servicio del español para el 4-3 y así mostrar que la pelea seguía en forma. Pero Nadal replicó y se quedó con el juego para 5-3, antes de que sirviera para el set que ganó 6-3 en 43 minutos.
El segundo set arrancó con un consistente servicio de Schwartzman y luego break de entrada para el porteño hasta ir 0-3. Mientras, el nivel de juego de ambos incrementó, un partido con tintes de final y puntos maratónicos. “El Peque” estuvo adelante a lo largo del set y el esfuerzo pagó llevándose la segunda manga 4-6. Logro casi histórico, pues Nadal no perdía un set en París desde 2019 en la final ante Dominic Thiem.
El partido se puso 4-4 en el tercer set. Desconciertan errores de Nadal con la pelota que se va por el corredor y que el manacorí no suele hacer de manera tan repetida. El partido se puso 4-4 en el tercer set. Schwartzman debía hallar la manera de evitar que Nadal se pusiera en modo “máquina aplanadora” y elevara su nivel de juego, cosa que suele ser letal. Pero es difícil poder mantener semejante intensidad y después de 2h16 de juego, Nadal se quedó con la tercera manga 6-4.
La cuarta manga empezó con una doble falta de Schwartzman, cosa que no presagiaba lo mejor. Nadal parecía con fuerzas nuevas, a diferencia de su contrincante, y se adelantó pronto 2-0. El público lo alentaba coreando «Diego, Diego». Fue en vano porque Nadal logró el break.
El español no quería que esto se prolongara mucho más y se puso en modo expeditivo logrando 5-0 y sirviendo para la victoria que terminó llevándose con 6-0. Schwartzman se retiró aclamado por el público tras 2h45 de partido.
Semifinal soñada Nadal – Djokovic
El último partido de cuartos enfrentó al número uno del mundo Novak Djokovic a Matteo Berrettini. Fue un partido en cuatro sets en tres horas y 28 minutos minutos en los que el serbio cedió el tercer set.
Berrettini jugó a su primer cuarto de final en París tras el retiro de Roger Federer.
Para sumarle a la presión, Matteo Berrettini descubrió cómo es jugar en la cancha del Philippe Chatrier de noche y con público.
El partido entre el serbio y el italiano comenzó con cautela. Djokovic fue el primero en ir encontrando comodidad hasta adelantarse 4-2 gracias a errores garrafales de Berrettini, de esos que ante el número uno del mundo son pecado cometer.
Cabe mencionar que el italiano, número 9 en el ranking de la ATP, ganó puntos vistosos empujando al serbio detrás de la línea, acorralándolo y haciéndolo estirarse al máximo.
Djokovic se impuso 6-3 en la primera manga en 52 minutos. En el segundo set, Djokovic fue tomando ventaja rápidamente hasta ganarlo en 34 minutos. El italiano multiplicó los errores no forzados, hasta 11 en comparación con los 2 de su adversario
El público quería que el encuentro se alargara y las buenas intenciones de Berrettini , que seguía dando la pelea, fueron celebradas con aplausos y vivas desde los graderíos.
El tercer set fue como un ping-pong. A pesar de los errores, Berrettini logró adelantarse 2-3. El juego volvió a tornarse reñido. Luego vino un 3-4 para el italiano e incluso se adelantó 5-6 aunque su ventaja duró poco. El servicio del serbio igualó de nuevo y llevó al ‘tie break’.
El público suplicaba al menos un set más. Dicho y hecho. Con un 6-7, Berrettini se hizo con el tercer set. Sin embargo, el toque de queda que desde este 9 de junio comienza a las 11pm y no a las 9 pm en Francia, impidió que los presentes se quedaran para ver el final del encuentro. Gritos de pesar en las tribunas y partido parado en el cuarto set cuando iban 3-2 durante media hora mientras desalojaban el estadio.
Se reanudó con un juego intenso. Djokovic resbaló y cayó al piso, pero sin hacerse daño. El set se fue a 5-5 y en el 6-5 Nole aguantó y se quedó con la victoria.
Fueron 3 horas y 28 minutos de juego y gritos de liberación de Djokovic a su box. Lo más difícil fue «encontrar la motivación para seguir una vez que nos quedamos sin público y sin su energía», explicó al finalizar el encuentro.
Ahora París tiene la semifinal soñada Nadal – Djokovic que se disputará este viernes.
France24