El estadio de Wembley fue el escenario de la recta final del campeonato europeo de selecciones. Con Inglaterra como anfitrión y adversario, fue Italia quien pudo coronarse después de poco más de medio siglo sin ganar la Eurocopa.
Los hombres de Roberto Mancini revertieron una prematura desventaja y llevaron el partido hasta los penales, donde la figura del guardameta Gianluigi Donarumma apareció para allanarle el camino a la Azzurri para ser los campeones y amargar a los ingleses en su primera final grande tras el Mundial de 1966.
Así, en Londres, esta nueva generación que rompió estigmas y preconceptos anticuados consiguió la estrella más deseada, esa que se escurrió en los subcampeonatos del 2000 y 2012, y agrandó la gloriosa historia de Italia.
Inglaterra golpeó rápido en un juego de ajedrez
Para el duelo de hoy, Gareth Southgate optó por formar nuevamente con cinco defensores, incluyendo a Kieran Trippier en lugar de Buyako Saka y dejando la delantera únicamente con los goleadores Harry Kane y Raheem Sterling.
En cambio, Roberto Mancini prefirió no realizar modificaciones respecto a la alineación que disputó las seminales frente a España, ya con Emerson Palmieri en el lateral izquierdo como reemplazo de Leonardo Spinazzola.
El comienzo del encuentro tuvo la emoción más importante de la primera mitad. A los dos minutos, Harry Kane comandó un contragolpe y abrió para Trippier que, con tiempo y espacio, envió un centro pasado para que Luke Shaw apareciera por detrás. Con una volea, estampó el 1-0 para Inglaterra en el amanecer de la final.
Con la rápida ventaja, los ‘Tres Leones’ se aplomaron en el campo de juego y se retrasaron, otorgándole terreno y posesión a los italianos, pero reduciéndole los espacios para que los hombres de ataque no puedan explotar su velocidad.
Recién a los 35 minutos, la Azzurri pudo asustar al portero inglés Jordan Pickford por medio de un remate de Federico Chiesa en el área que se fue a centímetros del palo izquierdo. En un desarrollo muy cerrado y parejo, el anfitrión se fue al vestuario con una diferencia mínima en el electrónico.
El empuje italiano se cobró el conservadurismo de Southgate
En una tónica similar a la parte inicial, el complemento arrojó un trámite parejo donde Italia quedó obligada a manejar el balón ante el repliegue inglés en campo propio. Con escasas conexiones entre los atacantes, la Azzurri tomó las riendas.
Sin embargo, recién a los 57 minutos pudieron complicar a Pickford. Primero, fue un disparo sin ángulo de Lorenzo Insigne lo que obligó al portero a intervenir. Luego, Chiesa ensayó una peligrosa media vuelta que exigió una gran respuesta del arquero.
Pero la resistencia no duró para siempre: a los 67, Leonardo Bonucci capturó una pelota suelta en el área después de un tiro libre y estampó el 1-1 con un potente disparo en el área chica de Inglaterra.
La paridad no despertó a los británicos de su letargo y el juego se llevó adelante en su campo, con Italia como dominador. Empero, su fútbol no fue suficiente para asediar el arco de Pickford y la final terminó 1-1 en los 90 reglamentarios.
El campeón de Europa se resolvió en los penales
En la prórroga ninguno, de los dos se animó a buscar la victoria con ahínco. Inglaterra se adelantó unos metros para emparejar el desarrollo, pero las mejores ocasiones fueron de Italia. Andrea Belotti por milímetros no desvió un centro peligroso de Emerson y Pickford alejó la pelota con la espalda. Luego, un tiro libre de Federico Bernardeschi hizo trabajar al guardameta británico.
Los locales recurrieron a las modificaciones para refrescar el ataque incluyendo a sus jóvenes y talentosos revulsivos. Sin embargo, la única muestra de fuego llegó por medio de un remate desviado de Kalvin Phillips.
En los penales, tras las conversiones de Kane y Domenico Berardi, fue Belotti el primero en fallar su disparo con un débil tiro que contuvo Pickford. A pesar de esto y de la anotación de Harry Maguire, la serie se revirtió.
Después de la conversión de Bonucci, Marcus Rashford, que ingresó en los últimos minutos pensado para este momento, estrelló su penal contra el palo. El siguiente en marrar, luego del acierto de Bernardeschi, fue Jadon Sancho.
Por suerte para Inglaterra, Jorginho desperdició el ‘match point’ con una floja definición que adivinó Pickford. Pero para terminar con el partido, apareció la humanidad de Donarumma y le desvió el penal a Saka para que la serie termine 3-2.
En una final pareja y reñida que tuvo un desenlace para el infarto, Italia se consagró campeón de Europa después de 52 años y postergó el sueño inglés.
France24