Roger Federer se ha ganado el derecho de retirarse cuando le venga en gana como leyenda de la raqueta que es. La realidad es que por edad y por condición física ya no le da para luchar por los grandes títulos. Desempolvar el palmarés de 20 ‘majors’, que no se mueve desde el Open de Australia de 2018, parece una utopía.
Después de un cuadro amable en Wimbledon, con la ayuda del abandono en la ronda inicial de Adrian Mannarino, que se lesionó con dos sets a uno arriba, el tenista de Basilea se despidió en los cuartos ante Hubert Hurkacz por 6-3, 7-6(4) y 6-0.
Su verdugo no tuvo ayer día de descanso en la continuación de su partido con Daniil Medvedev, número dos mundial.
Federer se encontraba por primera vez en el torneo con un primer set en su contra. Tenía que remontar, lo que significaba llevar al máximo su físico. El suizo se puso rápidamente manos a la obra y rompió el saque de su rival nada más empezar la segunda manga.
Eso le dio la tranquilidad que le había faltado para adelantarse con un 3-0. La central del All England Club aplaudía a rabiar cualquier amago de remontada del campeón de 20 grandes.
Hurkacz, el tenista que ganó el Masters 1.000 de Miami y el que se quedó sin preguntas de los medios tras su primer partido en Montecarlo, encaja en la hierba. Golpea plano y, además, sabe cuándo tiene que romper el ritmo con certeras dejadas.
Roger sacó para el 5-2 y falló. No lo hizo el polaco. Se hizo con la muerte súbita para tomar una renta de dos mangas. El punto del 4-2 en el ‘tie break’ resume la actuación del helvético, resbalando e impotente ante la juventud que viene. En 10 ocasiones había dado la vuelta Federer a un resultado tan adverso. Pero hoy tiene 39 años y 337 días y es el más viejo del lugar.
No vale el viento como excusa porque es para los dos. El jugador natural de Cracovia no había pasado de la tercera ronda en sus dos participaciones sobre el césped del All England Club y, desde su triunfo en Miami, sólo había decantado a su favor un partido en Montecarlo con Thomas Fabbiano, el 171 del ranking.
A sus 24 años, en el puesto 18 de las pistas, Hubert puede ser recordado como el último tenista que venció a Federer en el césped londinense. Sólo el tiempo lo dirá, pero eso es precisamente lo que no le sobra a Federer, que hincó la rodilla con un doloroso rosco final. Las ocho coronas y 105 victorias en Wimbledon ya no asustan.
Hurkacz, el protagonista del día, se convierte en el segundo polaco entre los cuatro mejores del torneo, igualando la actuación de Jerzy Janowicz en 2013. Espera a Matteo Berrettini, que derrotó a Felix Auger-Aliassime por 6-3, 5-7, 7-5 y 6-3.
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