Un cerebro Nazi en acción. Por Antonio Urdaneta Aguirre

Una vez más el cerebro nazi del régimen venezolano perturba la paz nacional con uno de sus acostumbrados montajes. Como siempre, la acción criminal del oscuro espécimen de la plaga del “socialismo del siglo XXI”, está dirigido a culpar a la oposición política de situaciones que sólo han ocurrido por negligencia y complicidad de los más altos personeros de la dictadura.

Basta haber visto a uno de los principales promotores y autores de la tragedia nacional que acaba con Venezuela, en cadena “espontánea” de radio y televisión presentando “pruebas” hasta de lo que habla el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica con su esposa. Por supuesto hasta los niños de seis años detectarían inmediatamente las mentiras bien articuladas del repudiable personaje. Es innecesario que éste sea identificado, porque sus andanzas en cuanto a la invención de escenarios para sus montajes, son harto conocidas.

Cuando el tipo trata de lucir sus habilidades de esbirro, y se regodea presentando láminas contentivas de supuestas pruebas, olvida que en el país y fuera de él, nadie cree en ninguno de los miembros de la cúpula oficialista. Tienen 22 años utilizando la mentira como política de Estado, soportada ésta, además, mediante una eficiente plataforma de desinformación y de manipulación mediática.

Siempre ocurre que al final del teatro nazicomunista, es difícil entender si ese sicario de la verdad pretende demostrar que la dictadura es un dechado de inteligencia para saberlo todo, o su propósito es hacer ver a los opositores como incapaces o pendejos. Es la deducción que se puede hacer, después de ver y oír al “montajista” cuando hace uso de supuesta información, prácticamente facilitada por dirigentes políticos de la oposición, como si éstos fueran imberbes operadores de la política.

Creer en la palabra del cerebro nazi del régimen, es hacerse cómplice del criminal que involucra a reconocidas figuras políticas en delitos que es cuesta arriba atribuírselos, sólo con la finalidad de desviar la complicidad de la dictadura en los graves acontecimientos generados por las megabandas de bandoleros afectos al régimen, los cuales son hoy la consecuencia de algunos círculos bolivarianos de ayer. ¡En fin, como conclusión: el cerebro nazi seguirá arando en el mar, cada vez que pretenda convencer con sus montajes!

 

Antonio Urdaneta Aguirre
urdaneta.antonio@gmail.com
@UrdanetaAguirre

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