La Interpretación Política de la Historia. Por Albert Geovo

Durante todos los siglos, existen grandes debates sobre temas cardinales de la vida, la filosofía y la religión y formas de gobierno que afectarán poderosamente la forma de percibir e interpretar la realidad. Sin afán de entrar en un tema que abarcaría un extenso abordaje de explicaciones en la línea del tiempo, se mencionaron algunas gestas que incidieron en el desarrollo de la humanidad.

Hasta Copérnico y Kepler, en pleno cenit de la Edad Media se sostuvo durante más de 1500 años la forma plana de la tierra, de ahí la etimología de la palabra planeta, forma plana de la tierra.

En esa etapa de la edad media y auge del siglo de los iluminados de la ilustración se reconfiguraron las formas de gobierno y pasamos luego de grandes revueltas y derramamiento de sangre, de regímenes de monarquías absolutistas a sistemas de gobierno de democracia liberal, con la revolución de las 13 colonias que como una flama encendida, a través, de las distintas logias americanas se expandió por toda América la independencia de las colonias y la puesta en escena de gobiernos republicanos, que han servido la mesa, 100 años después para un cambio de paradigma y dejar atrás, posiblemente, las iluminadas ideas de la libertad por sistemas colectivistas, materializados en las ideas progresistas del liberalismo marxista, mejor conocido como la dictadura del proletariado que hoy luego de más de 100 años están más latentes que nunca, pero que se empieza a observar un cambio de paradigma en la filosofía y formas de gobernanza.

Esta vez no es retroceder a épocas imperialistas de las monarquías absolutistas, ni tampoco en un recrudecimiento del comunismo como el que vivió la URSS ni mucho menos, al de la China de Mao, sino en la configuración de dejar atrás estas ideas monárquicas, republicanas y comunistas para la reconfiguración nuevamente de un gobierno mundial centralizado, muy al estilo de los imperios persas, babilonios, egipcios, e incluso prehispánicos.

En ese sentido vienen sucediendo cambios, perceptibles en cada época, por ejemplo, se entendía en la etapa de la conquista que los de raza negra no poseían alma, cosa que se intentó con los aborígenes, pero estos se resistieron de forma férrea contra el modelo de tiranía esclavista, el cual obligó primeramente al papado de emitir una bula, declarando el alma en los aborígenes de lo que se creía que eran las indias, de igual forma cuenta la historia que se pronuncia la Reina Isabel en pro de los aborígenes, condición que les colocaba en una posición de ciudadanía, al mismo tiempo que, eran los herederos y portadores de una enorme civilización desde el Norte hasta el Sur de América, con grandes y portentosas edificaciones llenas de riquezas arqueológicas, y  antropológicas que desearía cualquier civilización.

En el plano religioso hay casos que valen la pena mencionar, por ejemplo, en la Iglesia Romana, se daba la misa en Latín, idioma litúrgico, además de técnico científico, pero que nunca fue de uso popular; sino que fue a raíz de los cismas de la Iglesia Católica, que se vio ésta en la obligación de dar la liturgia en otros idiomas, ya que la misma Biblia fue traducida en varios idiomas distintos al de la divulgación latina.

En ese mismo contexto, se creía hasta finales del siglo XIX como un dogma, la infalibilidad del Papa, fue a raíz de acalorados debates dentro de la Iglesia, que se decretó que el Papa se equivoca, esto dio pie para ver la religión con una perspectiva humana que aún sigue dando tumbos con las últimas declaraciones en cuanto a posiciones morales, en materia de salud, científicas e incluso del clero católico que hasta la fecha espera con fe, un cambio dentro de la iglesia y sea abolida la ley célibe, dentro del clero, como un requisito imperioso.

En ese sentido, muchos esperaban que la administración del Papa Francisco, decretara la abolición de la ley célibe, hoy todo apunta que tendrán que esperar un poco de tiempo más, e irónicamente la dirección va en contra sentido, con la celebración de bodas del mismo sexo e incluso leyes tolerantes en pro del aborto, entre otras cosas.

En esa línea, se sabe que, hasta la década de los 1970 del siglo XX, se clasificaba la homosexualidad como una enfermedad mental, de acuerdo a la OMS, hoy gracias al desarrollo de la humanidad, tales juicios de valor “científico” e incluso religiosos son historia. Prejuicios que obviamente generaron políticas discriminatorias como los de la esclavitud y apartheid a la raza negra que duró hasta 1960.

Por otra parte, en materia de justicia internacional, bajo una perspectiva de guerra biológica, los hechos vienen rebatiendo y desarrollando el entendimiento en la sociedad, al punto de existir en este momento, una amplificación del Estatuto de Roma, contra crímenes de lesa humanidad en su articulado, previendo las amenazas a las que se expone el mundo, ante posibles guerras  biológicas, por lo que se agregó al artículo 8: emplear armas que utilicen agentes microbianos u otros agentes biológicos, o toxinas; además de armas cuyo efecto principal sea el de lesionar mediante fragmentos que no puedan localizarse por rayos X en el cuerpo humano.

Como se podrá apreciar, en todos estos ejemplos, se han dado interpretaciones, de acuerdo, a los intereses políticos del momento histórico. Tanto en la esfera de la filosofía, la religión, el derecho y, la ciencia que han venido trascendiendo en el tiempo, donde  muchas conclusiones que se creían por definitivas, ya son el pasado de la narrativa rosa, roja, negra o dorada de la historia.

 

Albert Geovo

@aegeovo

 

 

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