Una persona tuvo que ser ingresada en un hospital de Sevilla (España) por meningoencefalitis provocada por el virus del Nilo Occidental, comunicó este miércoles la Consejería de Salud y Familias del país ibérico, informan medios locales.
Tras dar positivo en las pruebas, las autoridades sanitarias han activado de manera inmediata todos los protocolos y las medidas de salud pública previstas para esa situación.
Hace dos meses se notificó que un hombre de 35 años había contraído dicho virus, por lo que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Sevilla, tras acudir a ese centro por pensar que tenía covid-19. No obstante, posteriormente los médicos descartaron que tuviera el virus del Nilo Occidental.
El pasado 30 de julio, Modesto González, alcalde de la localidad andaluza de Coria del Río, alertó de que las muestras recogidas en los arrozales del Bajo Guadalquivir mostraban en los mosquitos de la zona «una carga vírica de intensidad equiparable a la del brote del 2020», que dejó 77 infectados y siete fallecidos.
El virus del Nilo Occidental se transmite a través de la picadura de un mosquito que, a su vez, lo ha contraído al alimentarse de aves infectadas, que son las principales portadoras del patógeno. Además del ser humano, también los caballos son hospedadores finales de este virus.
¿Qué síntomas produce?
Los principales síntomas de esta enfermedad son fiebre, dolor de cabeza, dolor en el cuerpo, dolor en las articulaciones, vómitos, diarrea, debilidad muscular o parálisis. Además, una vez recuperado el paciente, la fatiga y la debilidad pueden persistir durante semanas o meses. En los casos más críticos se puede presentar enfermedad neurológica grave, como encefalitis o meningitis. Alrededor del 10 % de estos últimos pacientes fallecen.
Aunque el virus fue aislado por primera vez en 1937 de una mujer del distrito del Nilo Occidental, en Uganda, actualmente se lo puede encontrar en toda África, Europa, Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental. En las últimas dos décadas, las epidemias de mayor magnitud las ha provocado en Estados Unidos, Israel, Grecia, Rumania y Rusia.
Si bien no tiene ninguna relación con el Sars-CoV-2, responsable de la pandemia del covid-19, guarda ciertas similitudes con él, ya que entre el 70 y el 80 % de las personas infectadas no presentan síntomas. Por otra parte, el colectivo de riesgo incluye a las personas mayores de 60 años y a aquellas con patologías previas, como cáncer, diabetes, hipertensión o enfermedad renal. No hay vacuna ni tratamiento específico para la infección por este virus.