La historia de nuestra región para nuestra tristeza, es la huella de un estamento político, cuyas estrellas que resplandecen no abundan en el cielo latinoamericano. En las diferentes épocas hemos logrado sellar con personajes de esta “raza” los comportamientos que denotan la clase de “bestias feroces” se encierran en esos bajos instintivos y perversos corazones. Donde lo avieso entre estos, posee sus propias categorías de valores y cuyas características están en la proporcionalidad inversa a lo noble y sublime. Gracias a Dios, no todos son así, en muchos hay claridad y la mejor intención.
Pensar hoy en los políticos nos remite a un universo más complejo y difícil de delimitar que el que pudiera haberse encontrado en otras épocas. Seguramente bien definido lo tenía el politólogo Cesar Cansino, (1995) cuando afirmo, que éstos dándoles la espalda a los pueblos, dieron un profundo zarpazo a las actuaciones a favor de las políticas que favorecen a los pueblos de nuestra región. Lo nocivo, es que ya es su forma natural de actuar para la actualidad. Nada creadora logran el poder por cualquier vía, menos la electoral clara y justa. Es así, que crean un ambiente bizarro, peligrosos y cuyas actuaciones son de origen ilícito para decir menos.
Los entornos de esta dirigencia, lastimosamente para ellos son los que primero padecerán los sinsabores del poder en los políticos. Históricamente han sido desconocidos, al extremos de ser puestos presos y castigados por los que hacen poco le servían para llegar al poder. La ingratitud, la traición, la manipulación y la trampa entre otros perfuman este estamento, y su mayor peligro es la justicia, que tarda, pero les llegara. Ya suenan soez y repetitivo sus discursos carente de sabiduría, solo retiñen por ausencia del conocimiento y hasta del amor.
La sociedad viene décadas atrás creando tantos cambios que han creado un modelo de sociedad, sin modelo alguno. Tan cambiante y transformador, que falta el tiempo de comprenderla, ya que, al detenernos su velocidad deja atrás el posible análisis que logre sugerir respuestas oportunas. Es así, que la dirigencia política de estos nuevos tiempos tendrá que poseer algunas características pertinentes a estos tiempos. Alto nivel de instrucción, concepto claro de la praxis moral, un concepto enraizado del estadista necesario para la trasformación de su país y la repercusión en la región, entre otras.
La experiencia hoy por hoy, la academia, la investigación Psicosocial, entre otras variables nos han señalado que los nuevos derroteros políticos de la región, tienen que ver con un conjunto de transformaciones que giren en dos elementos básicos: El Ser Humano y el entorno verde o medio ambiente. Centrándonos en ello, podemos entonces hablar de aspectos subyacentes como los mencionados anteriormente y una economía sustentable e inteligente. La transformación del Estado en base a estas variables es un buen camino para empezar.
Dr. José Ernesto Pons B
@joseponsb