La tiranía del G4. Por Eneida Valerio Rodríguez

La situación del llamado G4 o MUD ha sido tan  destructiva política y socialmente que sus mentores en sus desmanes, han conllevado una importante postración del país, difícil de digerir. La juntilla de partidos, ha descalabrado el buen sentido de lo que entendemos por bien común en la práctica de los políticos, convirtiéndolo en el peor  daño de los últimos años, causados al país.No obstante, que los electores, le hayan extendido, diríamos – en exceso- la benevolencia para enmendarse.

Pero, el G4 es una tiranía insólita, como lo es su conformación insaciable de poder. Nos han engañado con el cuento de la unidad, término descosido en su significación lingüística.

El G 4 ha contribuido en gran medida a este caos nacional sistémico. Ha sido el gran tributario del régimen para enlodarnos en este vergonzoso estado de postración.Las elecciones,son garantes de libertad y democracia y lograrlas,requiere contar con instancias adecuadas. 

El CNE y TSJ como sabemos, no respaldan y menos, avalan esas demandas, porque en los años del régimen, se convirtieron en apéndice sumisos del mismo, de manera vergonzosa. Lamentablemente,en medio de estos devaneos interesados, los integrantes del G4 han sido parte del problema. Son jugadores y perdedores. Dicharacheros e irresponsables crónicos, en el manejo de una mínima compostura como factores de oposición y en el uso del lenguaje político y social. 

Las calamidades del país, agotado por la corrupción está sellado por la complicidad de este grupo variopinto y de carnestolendas. Y esto, sin hablar de otro que se llama: Alianza Democrática, y cuyos integrantes, la población conoce como Alacranes, en el más despectivo uso del término.Estamos muy mal desde esta perspectiva. Pero no podemos darnos por vencidos.

Si el G4 tuviera interés por el país, hace mucho tiempo hubiesen cerrado filas sacrificando sus apetencias y haciendo lo que corresponde como dirigentes políticos; instrumentos de bien común y servicio. El país, sería otro con la población altamente agradecida. 

No podemos participar de las elecciones del venidero 21 de noviembre porque nuestras convicciones en la necesidad de hacerlo, están seriamente afectadas.Y ese grupo de partidos,sin ninguna diferencia de ideología o principios políticos entre ellos, sino solo de nombres de las respectivas organizaciones, comete excesos en detrimento del  país.

El liderazgo nacional, marcado por un desgaste irreversible, desaprovechó serias oportunidades para cumplir al pais. De sus componendas y desviaciones, se ha escrito y denunciado suficientemente y nada aclaran.En sus principales dirigentes,se observa un desgaste importante en el discurso y en la oferta para rescatar un pueblo que sigue postrado en el sufrimiento. Todo, enmarcado en la malgastada unidad. Tal argucia, ha restado credibilidad a esos señores, tiranos como tantos otros.Por estas, entre otras, razones, se debe pensar muy bien las consecuencias de las elecciones del 21N.

Mientras tanto,Juan Guaidò con un serio e importante respaldo internacional,facilitador de los representantes de algunos de esos países, que cumplen un segundo encuentro en México, junto a venezolanos del gobierno y oposición, ha repetido varias  veces que no hay garantías para realizar elecciones el venidero noviembre. Dado que una de las condiciones de aquellas reuniones es lograr acuerdos sobre elecciones transparentes, así como la libertad de presos políticos, entre otras. ¿Se cumplirán estas condiciones luego del 21N?

Como entender este divorcio, entre los llamados”opositores de la unidad” y el presidente (E)  Guaidò. Es compleja la situación que vivimos. 

Causa R y Encuentro Ciudadano, liderados por Andrés  Velásquez y Delsa Solorzano, se han pronunciado sobre la no participación de sus organizaciones en estos comicios. 

Estamos como sociedad obligados a salir adelante y se requiere continuar un trabajo iniciado a través del abordaje de problemas concretos en toda su complejidad.Es necesario, en tal sentido, estimular y aupar los liderazgos emergentes, algunos claramente, asomados.Debemos unirnos en un modelo de país, que ponga término a tantas y oscuras maniobras y apetencias personales nunca compartidas. 

Necesitamos un país que se inserte cómodamente en los desafíos que le corresponde sin tanta improvisación.  

 

Eneida Valerio Rodríguez

@eneidavalerio

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