«Este es el golpe mas duro que se la ha propiciado al narcotráfico en este siglo en nuestro país (…) solamente comparable con la caída de Pablo Escobar», celebró el presidente, Iván Duque, en un mensaje a la nación.
La caída del jefe de la banda narco más grande de Colombia representa el principal éxito del gobierno del mandatario conservador en la lucha contra el crimen organizado en el país que más exporta cocaína en el mundo.
Imágenes divulgadas por el gobierno muestran al hombre de 50 años con las manos esposadas y rodeado de militares. Otoniel, imputado por la justicia estadounidense en 2009, enfrenta un proceso de extradición para que comparezca ante la corte del Distrito Sur de Nueva York.
Úsuga lidera un grupo de paramilitares que se autodenomina Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y hace presencia en casi 300 poblados del país, según el centro de estudios independiente Indepaz.
El capo fue capturado en el municipio de Necoclí (noroeste), cercano a la frontera con Panamá y uno de los principales fortines de las AGC, también conocidas como Clan del Golfo.
El gobierno señala al grupo, que se financia principalmente con el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, como uno de los responsables de la ola de violencia que atraviesa el país, la peor desde la firma de un pacto de paz con la guerrilla FARC en 2016.
Feroz persecución
En 2017 Otoniel había anunciado su intención de llegar a un acuerdo para someterse a la justicia, pero el gobierno contestó con una feroz persecución en la que participaron al menos 1.000 militares
La organización ha sido diezmada por una serie de golpes de las autoridades contra el círculo cercano del capo, que se ocultaba durmiendo en la selva y sin utilizar teléfonos, según la policía.
‘Otoniel’ pasó a encabezar el Clan del Golfo tras la muerte de su hermano Juan de Dios, «Giovanni», en enfrentamientos con la policía en 2012. Se inició en las armas como guerrillero del Ejército Popular de Liberación, una guerrilla marxista desmovilizada en 1991.
Tras entregar las armas, volvió a combatir en grupos paramilitares que extrema derecha que sembraron terror en los años noventa con masacres y atrocidades cometidas en su lucha contra las guerrillas de extrema izquierda.
Muchos de estos grupos de autodefensas se desmovilizaron en 2006 a iniciativa del gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). Pero ‘Otoniel’ decidió mantenerse en la ilegalidad.
Tras cuatro décadas de lucha contra el narcotráfico, Colombia sigue siendo el principal productor mundial de cocaína y Estados Unidos el mayor consumidor de esta droga.
France24 / AFP