El médico infectólogo Julio Castro advirtió que Venezuela atraviesa el peor momento de la pandemia de covid-19 desde que se registraron los primeros casos en marzo del año pasado y subrayó que, si se toman en cuenta las cifras del gobierno de Nicolás Maduro, el país no está en una zona de baja transmisión.
Maduro confirmó el domingo que los meses de noviembre y diciembre se regirán bajo la modalidad de flexibilización, a pesar del aumento de contagios que se ha registrado. Esta modalidad, señaló el oficialista, será del 1 de noviembre al 31 de diciembre.
Falta de coherencia oficial
Ante ese escenario, Castro criticó la falta de coherencia en la normativa oficial con lo que ocurre con la pandemia y recordó que en mayo de 2020 las autoridades liberaron la cuarentena en un momento en el que comenzaron a subir los casos en Venezuela.
“Posteriormente en diciembre levantaron la cuarentena, y en este momento estamos en el peor momento y vamos a una liberación. Eso no es coherente porque los ciudadanos comunes no sabemos con base en qué criterio están tomando esas decisiones. Claramente no tiene que ver con los casos”, manifestó Castro.
El experto, en una entrevista con la periodista Shirley Varnagy, consideró imposible saber cómo será el ritmo de la pandemia en los próximos días, sobre todo por el impacto que ha tenido la variante delta del covid-19 en el territorio central, que muy posiblemente comenzará a desplazarse a gran escala por el resto del país en las semanas siguientes.
“No me hace ser positivo en relación con el número de casos. No podemos utilizar como único elemento el PCR porque no necesariamente refleja la realidad del país”, dijo.
Regreso a clases, ¿necesario?
El médico infectólogo afirmó que el impacto que ha tenido la pandemia en la educación ha sido brutal y que esta situación debe sumarse negativamente a los efectos secundarios de la pandemia. Agregó que el covid-19 no se terminará la semana próxima y que estima que, por el contrario, dure al menos dos años en todo el mundo.
“Tenemos que partir del hecho de que no podemos controlar la pandemia perfectamente, ya lo han demostrado los sistemas escolares de todo el mundo. Seguro habrá casos, pero lo importante es que nosotros lo identifiquemos temprano y tengamos un manual de procedimientos”, señaló.
Castro expresó que, en estos momentos, el sistema educativo en el mundo comenzó a tener estrategias y herramientas que permiten minimizar los riesgos de transmisión.
“Las escuelas son, por definición, espacios seguros porque hay normas, un ambiente controlable a diferencia de un estadio. Los grupos de personas son bastante homogéneos en los salones, hay una serie de circunstancias que convierten a las escuelas en sitios seguros. Eso no quiere decir que no hay transmisión en las escuelas”, dijo.
Centros comerciales sí, escuelas no
El experto criticó que no se retomen las clases presenciales y que sí se permita que los niños y niñas participen en actividades no escolares en las que se exponen al contagio.
“Buena parte de lo que nos ha faltado es coherencia. No tiene sentido que la gente esté yendo a centros comerciales o fiestas, actividades extraescolares y que no haya clases. Los niños juegan fútbol en la calle, pero no van a clases, eso no es coherente”, añadió.
La médico pediatra Lila vega, miembro de la red de madres, padres y representantes, dijo que es urgente comenzar clases, que se abran las escuelas y que esté la disposición de cerrarlas puntualmente si las circunstancias epidemiológicas locales lo requieren.
“Habrá escuelas en Distrito Capital que seguramente no será pertinente abrir, pero esa no es la situación de todas las escuelas en el país. Las escuelas deben estar abiertas y dispuestas a la necesidad de cerrar según la situación local. Los niños necesitan ir a las escuelas, es un derecho humano fundamental”, manifestó Vega.
El Nacional