La canciller alemana Angela Merkel se despide de su mandato de 16 años y una de las paradas principales de su adiós ha sido Israel, Estado con el que su país tiene una larga historia de unión, luego del Holocausto.
«Quiero aprovechar esta oportunidad para enfatizar que el tema de la seguridad de Israel siempre será de importancia vital para todos los gobiernos alemanes», sostuvo Merkel tras su reunión con el primer ministro israelí Naftali Bennett, este domingo 10 de octubre.
Merkel, quien también visitó el museo del Holocausto de Yad Vashem, aseguró que es «conmovedor» que Israel haya llegado a confiar en la Alemania de la posguerra, pero que esa «confianza siempre tiene que demostrar su valía».
Bennett le dio crédito a la líder alemana por fomentar un vínculo sin precedentes entre distintos países y la describió como «la brújula moral de Europa», debido a su apoyo al Estado judío.
Aunque Merkel exaltó las relaciones entre Berlín y Tel Aviv en los últimos años, no se reunió con el exprimer ministro y ahora líder de la oposición Benjamin Netanyahu –la coalición ideológicamente diversa de Bennett derrotó al expremier el pasado junio–.
Posturas opuestas sobre el programa nuclear iraní y los palestinos
Pese a la gira de despedida con la que la líder alemana ha dejado claro la intención de mantener las buenas relaciones entre los dos países y la prioridad que representa el Estado judío para «cualquier Gobierno alemán», tanto Merkel como Bennett mostraron sus diferencias en dos asuntos clave: Irán y los palestinos.
Merkel sostuvo que Alemania sigue comprometida con revivir el acuerdo nuclear entre las potencias e Irán, firmado en 2015. Un paso al que las autoridades israelíes se oponen fehacientemente.
Además, expresó que Alemania cree que una solución de dos estados sigue siendo la mejor manera de poner fin al conflicto entre israelíes y palestinos, que por décadas ha cobrado la vida de miles de ellos.
«Creo que incluso si en esta etapa parece casi desesperada la idea de una solución de dos estados, no debe ser retirada de la mesa, no debe ser enterrada (…) Los palestinos deben poder vivir seguros en un Estado”, afirmó la canciller en una conferencia de prensa conjunta con Bennett.
Asimismo, Merkel se mostró en contra de la construcción de asentamientos israelíes en territorios ocupados reclamados por los palestinos, una acción que consideró inútil.
Por su parte, el premier israelí, un exlíder de los colonos judíos que se opone al establecimiento de un Estado palestino, rápidamente rechazó las declaraciones de la canciller.
Naftali Bennett insistió, en cambio, en que su Gobierno está preparado para tomar medidas sobre el terreno que mejoren las condiciones de vida de los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza.
«Según nuestra experiencia, el significado de un Estado palestino significa que muy probablemente se establecerá un Estado terrorista, aproximadamente a siete minutos de mi casa y desde casi cualquier punto de Israel», enfatizó.
Con respecto al programa nuclear iraní, si bien los dos líderes prometieron evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, volvieron a expresar diferentes enfoques sobre cómo hacerlo.
«Nunca consideré que el JCPOA fuera ideal, pero es mejor que no tener un acuerdo (…) Nos enfrentamos a semanas críticas en torno a esta cuestión», indicó tras subrayar que Teherán continúa enriqueciendo uranio.
Para Bennett, «no tiene sentido tratar de apaciguar a los iraníes», pues aseguró que la República Islámica interpreta la conciliación como una «debilidad», dijo en referencia a las negociaciones que se adelantan en Austria entre Irán y las potencias firmantes para tratar de restablecer lo pactado hace seis años.
El histórico acuerdo, impulsado durante la Administración del entonces mandatario estadounidense Barack Obama, se vino abajo luego de que en 2018 su sucesor, Donald Trump, retirara a Estados Unidos del pacto de manera unilateral.
El nuevo Gobierno de Joe Biden ha tratado de revivir lo pautado, pese a las fuertes objeciones israelíes y a los incumplimientos de Teherán que siguieron a la reimposición de sanciones por parte de Washington. Entre las violaciones al acuerdo por parte de Irán está el enriquecimiento de uranio a un nivel 16 veces mayor al permitido.
Israel considera a Irán su mayor enemigo, al señalar la presencia militar del país en la vecina Siria y su apoyo a los grupos militantes en toda la región. Acusa a Teherán de intentar desarrollar armas nucleares, que asegura representarían una amenaza existencial para Israel. El Gobierno iraní rechaza las acusaciones.
Pese a estas discrepancias, Alemania es el mayor socio comercial de Israel en Europa y el Gobierno alemán ha brindado un sólido apoyo a los israelíes durante sus conflictos y crisis diplomáticas.
France24 con AFP y AP