Un importante avance para la ciencia se confirmó este miércoles luego de que la Organización Mundial de la Salud recomendara que se extienda el uso de la primera vacuna para enfrentar a la malaria.
Actualmente, en Ghana, Malawi y Kenia se realiza la prueba piloto que demostró que es segura y podrá sumarse en combinación con las medidas de prevención ya existentes debido a que su eficacia es relativamente baja, pero no las reemplazará.
Sin embargo, en este trío de naciones se introdujo el inoculante en 2019. Administraron 2,3 millones de dosis y 800.000 niños recibieron al menos una inyección. Pedro Alonso, director del Programa Global contra la Malaria, sentenció que es “la mejor inversión posible que se hizo en salud pública».
Esta vacuna, que se denomina RTS,S es un hecho trascendental en la historia ya que es la primera en ser desarrollada por una plataforma de investigadores africanos. Será una herramienta fuerte para combatir y, sobre todo, prevenir la enfermedad que tiene altos índices de mortalidad –superan el 90%- en África Subsahariana.
El número de casos de malaria en el mundo sigue siendo alarmante
“Esta vacuna tiene el potencial de salvar decenas de miles de vidas”, manifestó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus en el anuncio oficial. “Hicimos progresos increíbles en las últimas dos décadas, los casos de malaria cayeron a la mitad, pero a escala global los casos se mantienen a un nivel muy alto”, aseguró.
Los números de la malaria son espeluznantes, llegando a los 200 millones de casos por año y a más de 400.000 muertes, de las cuales 260.000 corresponden a niños menores de cinco años.
La aprobación de uso ampliado de la vacuna habilitará incorporar al conjunto de prevención contra la enfermedad, compuesta por mosquiteras impregnadas de insecticidas, fármacos profilácticos, diagnósticos y tratamientos.
El estudio que se realizó en los tres países africanos dieron lugar a la confirmación de la posibilidad de administrar las cuatro dosis de esta vacuna, la reducción de muertes infantiles y que puede integrarse a programas nacionales de inmunización. La investigación arrojó que la vacuna puede reducir en un 30% los casos graves que conducen a la muerte.
El producto de la farmacéutica GlaxoSmithKline, Mosquirix –su nombre comercial- ahora deberá esperar inversiones externas para su extensión en el continente. “Esperamos que esto estimule a que se retomen las investigaciones para intentar desarrollar otras vacunas contra la malaria”, dijo Alonso.
France24