Reducir la producción de metano, el próximo gran objetivo en la lucha contra el cambio climático.
Más de 100 países respaldaron el plan para reducir las emisiones totales de metano en todo el mundo en un 30% para 2030, según lo anunciado este martes 2 de noviembre en la tercera jornada de la cumbre climática de Naciones Unidas, COP26, en Glasgow, Escocia.
«Juntos, nos comprometemos a reducir colectivamente nuestro metano en un 30% para 2030. Y creo que probablemente podamos ir más allá (…) Va a impulsar nuestras economías, ahorrando dinero a las empresas, reduciendo las fugas de metano, capturando metano para convertirlo en nuevas fuentes de ingresos, así como para crear empleos sindicales bien pagados para nuestros trabajadores». afirmó el presidente estadounidense Joe Biden, cuyo país ha bombeado la mayor cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
El pacto, denominado ‘Global Methane Pledge’, fue anunciado por primera vez en septiembre y hasta la semana pasada, 60 naciones se habían unido al proceso, en medio de la ofensiva diplomática de Estados Unidos y la Unión Europea, que lideran el propósito, antes de llegar a la conferencia climática de la ONU.
Ahora, el acuerdo abarca a países que representan casi la mitad de las emisiones globales de metano y el 70% del Producto Interno Bruto (PIB) global. El compromiso incluye a seis de los 10 mayores emisores de metano del mundo: Estados Unidos, Indonesia, Nigeria, Pakistán, México y Brasil, nuevo signatario.
Sin embargo, China, Rusia, India e Irán, que también forman parte de los mayores emisores de metano, no se han sumado al plan.
Aunque la iniciativa no estaba incluida en el programa de negociaciones formales del encuentro, esta promesa se vislumbra desde ya como uno de los resultados más importantes obtenidos en el marco de la cumbre, debido a su impacto potencial para contener el desastroso cambio climático.
«El metano es uno de los gases que podemos reducir más rápido. Hacer eso ralentizará inmediatamente el cambio climático», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Los efectos a corto plazo en la reducción de metano
Junto al dióxido de carbono, el metano es el principal gas de efecto invernadero. Puede calentar la atmósfera 80 veces más rápido que el dióxido de carbono durante los primeros 20 años después de su liberación a la atmósfera.
Pero también se degrada más rápidamente en la atmósfera que el CO2. Por tanto, la reducción de las emisiones de metano podría tener un efecto rápido en la lucha contra el calentamiento global.
Según un informe de la ONU publicado el pasado mayo, una clara disminución de las emisiones de metano podría evitar 0,3 grados Celsius de calentamiento global para la década de 2040.
EE. UU. traza los lineamientos para alcanzar la reducción de metano
El plan alcanzó el respaldo de una centena de naciones en la COP26, el mismo día que el Gobierno estadounidense lanzaba un programa para alcanzar esa meta en su territorio.
Dentro de Estados Unidos, los nuevos lineamientos por primera vez apuntan a reducir los pozos de petróleo y gas existentes en todo el país, en lugar de solo enfocarse en pozos nuevos como lo han hecho las regulaciones de varias Administraciones anteriores, incluidas las de los expresidentes Barack Obama y Donald Trump.
Las reglas propuestas por la Agencia de Protección Ambiental podrían establecer estándares para pozos viejos, imponer un monitoreo de fugas más frecuente y estricto y requerir la captura de gas natural que se encuentra junto con el petróleo que a menudo se libera a la atmósfera.
“Mientras los líderes mundiales se reúnen en este momento crucial en Glasgow para la COP26, ahora está muy claro que Estados Unidos está de regreso y lidera con el ejemplo para enfrentar la crisis climática con audaz ambición”, aseguró Michael Regan, administrador de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.
El mandatario estadounidense enfrenta una intensa presión tanto a nivel internacional como en su propio país para demostrar que su nación, una de las más contaminantes, se toma en serio la mitigación del cambio climático.
Biden ratificó ante los delegados en Glasgow que reducir las emisiones de metano es esencial para mantener el aumento de la temperatura en la Tierra a un techo máximo de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit), en comparación con los niveles preindustriales, a finales del siglo XIX.
Alrededor de 130 líderes mundiales se encuentran en Glasgow para lo que el anfitrión, Reino Unido, asegura que es la última oportunidad realista de cumplir esa meta, también trazada en el Acuerdo de París hace seis años, y que los científicos consideran fundamental para evitar mayores desastres climáticos.
Los compromisos fijados tendrán que pasar a hechos. Las acciones asumidas hasta ahora para reducir las emisiones de gases contaminantes, como, por ejemplo, un menor uso de combustibles fósiles, conducen a un aumento de 2,7 grados en el calentamiento global, de acuerdo con el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.
France24 con Reuters, AP y medios locales