Este lunes 1 de noviembre, Liz Truss, la ministra británica de Asuntos Exteriores, instó a Francia a abandonar sus amenazas en relación al conflicto pesquero «en las próximas 48 horas». La disputa entre ambas naciones se agravó tras la detención de un pesquero británico la semana pasada.
En declaraciones para la cadena Sky News, Tuss pidió a París «dejar de amenazar los pesqueros del Reino Unido, dejar de amenazar los puertos del Canal (de la Mancha) y aceptar que tenemos todo el derecho de asignar las licencias de pesca en virtud del acuerdo». Esto último, en relación al Brexit.
Además, aseguró que «los franceses han hecho amenazas completamente irrazonables, incluso a las Islas del Canal y a nuestra industria pesquera, y necesitan retirar esas amenazas o de lo contrario usaremos los mecanismos de nuestro acuerdo comercial con la UE para tomar medidas».
Y agregó que «los franceses se han comportado injustamente. No está dentro de los términos del acuerdo comercial. Y si alguien se comporta injustamente en un acuerdo comercial, tiene derecho a tomar medidas contra ellos y buscar algunas medidas compensatorias. Y eso es lo que haremos si los franceses no retroceden «.
Francia acusa a Reino Unido de incumplir con las negociaciones pesqueras tras el Brexit
Francia, por su parte, ha tomado una actitud similar, y ha recalcado que en caso de no llegar a un acuerdo con Londres este martes, podría aplicar sanciones contra el Reino Unido.
En una entrevista con la Televisión Central de China, Jean-Luc Hall, el director general del Comité Nacional Francés de Pesca Marítima y Agricultura Marina (CNPMEM), dijo que «Gran Bretaña ha autorizado alrededor del 90 por ciento de los barcos de pesca de los países de la UE, mientras que casi todo el déficit del 10 por ciento corresponde a barcos de pesca franceses».
«El Acuerdo de Comercio y Cooperación Reino Unido-UE entró en vigor el 1 de enero de este año, que funcionó para la mayoría de las personas en los países de la UE y en Gran Bretaña, mientras que los pescadores franceses se vieron excluidos. Las negociaciones se han vuelto inútiles , del cual los pescadores franceses obtuvieron muy poco, por lo que se cansaron de la situación «, dijo Hall.
Y señaló que todavía «hay cerca de 150 barcos de pesca franceses que no tienen permisos para pescar en las aguas de seis a 12 millas náuticas de la costa de Inglaterra y las aguas de la isla británica de Jersey». Una licencia de pesca que Francia considera correspondiente tras el acuerdo del Brexit.
En efecto, el Eliseo ha acudido a la Comisión Europea, a quien pide que active el mecanismo de solución de controversias lo antes posible. Y aunque la presidenta de este organismo, Ursula von der Leyen, ya abordó el tema con el primer ministro británico, Boris Johnson, aún no ha dado una respuesta concreta a los franceses.
Jean-Luc Hall confesó temer que «la inacción de la Comisión Europea pudiera enviar una señal errónea a Gran Bretaña de que el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre el Reino Unido y la UE se puede implementar de manera flexible».
En caso de no llegar a un acuerdo, Francia tiene pensado prohibir a los pesqueros británicos que desembarquen sus capturas en algunos puertos franceses. Además, podrían endurecer los controles sanitarios y aduaneros. Este martes reevaluará la implementación de sanciones.
Una disputa que lleva décadas
El domingo, los líderes franceses y británicos se reunieron en Roma, Italia, en la cumbre climática COP26 de las Naciones Unidas. En ese momento, Clement Beaune, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, usó sus redes sociales para desmentir las afirmaciones británicas de que «al 98% de los barcos pesqueros de la Unión Europea se les han otorgado licencias de pesca británicas».
El pasado miércoles, Francia incautó una draga de vieiras británca, la Cornelis Gert Jan, en aguas francesas. Y amenazó con sanciones desde el 2 de noviembre que podrían obstaculizar el comercio a través del Canal.
En septiembre París acusó a Londres de no asignar suficientes licencias a los barcos franceses para pescar en la zona de 6 a 12 millas náuticas de las costas del Reino Unido. Pero Gran Bretaña se defiende diciendo que sólo está otorgando licencias a los barcos que pueden «demostrar» que han pescado anteriormente en sus aguas. Los británicos temen que los franceses puedan acabar con sus propias ganancias.
Hace poco, Reino Unido, Estados Unidos y Australia firmaron un acuerdo de seguridad para contrarrestar los avances tecnológicos de China. En este pacto conocido como AUKUS, se acordó apoyar a Australia con la adquisición de submarinos de propulsión nuclear, algo que antes le correspondía a Francia. Esto elevó las tensiones.
Sin embargo, el punto de quiebre entre Londres y París se remonta a la retirada del Reino Unido de la Unión Europea en 2016.
France24 con EFE, AP y Reuters