Por decisión unánime, Salvador Pérez fue elegido como el ganador del premio Luis Aparicio, que se otorga cada año al criollo más destacado de las Grandes Ligas. Este miércoles, el careta de los Reales de Kansas City recibió el galardón.
El evento fue moderado por el periodista de la casa Guillermo Arcay, quien además es amigo personal del jugador. Para acompañar a Salvador, estuvieron presentes otras amistades cercanas y miembros de su familia, destacando la presencia de su madre, a quien le atribuye todo su éxito.
Pérez confesó en la rueda de prensa que ganar este galardón era una de sus metas profesionales, que en sus diez años de carrera de ligamayorista siempre había soñado con ganarlo.
“Estoy súper ansioso, contento de estar aquí. He dicho millones de veces, desde que supe que iba a ganar el premio, que aparte de los Bates de Plata, Juegos de Estrellas, Guantes de Oro, ganarse el premio Luis Aparicio para mí es mucho más especial. Luis es el único venezolano en el Salón de la Fama, nos representa a todos en las Grandes Ligas”, contó Salvador Pérez.
El receptor de los Reales de Kansas City cerró un año redondo, el mejor de su carrera; en 2021, terminó con promedio de .273, alcanzó la histórica marca de 48 cuadrangulares (colíder, empatado con Vladimir Guerrero Jr.), además de superar con creces la centena de empujadas, con un total de 121 para ser líder absoluto de todas Las Mayores.
Salvador Pérez posa junto a su madre con el premio | foto: D. Urdaneta/G. Urgelles
Durante su encuentro con la prensa, el valenciano recordó sus orígenes, cuando siendo un niño (apodo con el que por cierto se le conoce) trabajaba como colector en transportes públicos en una de las rutas carabobeñas.
“Centro, Martín Tovar, Avenida Bolívar…”, recuerda Salvy entre risas, aquella ruta del sur de Valencia que él recorría cobrando pasajes en un autobús. La madre del jugador, con picardía, aprovecha la oportunidad para pedir que le pregunten ¿por qué hacía ese trabajo?
Todavía sonriendo, Salvador responde “Por un billetico de cien, papi (con el gesto universal frotando los dedos índice y pulgar)… con eso era el dueño de La Bocaína”. La Bocaína es una zona humilde del suroeste valenciano, donde Salvador Pérez pasó su juventud.
El ex grandeliga, campeón de la Liga Nacional en 1970 con los Rojos de Cincinnati, Ángel Bravo fue el encargado de hacer la entrega del premio. Nuestro miembro del Salón de la Fama, don Luis Aparicio Montiel no pudo viajar a la capital del país.
El hijo del legendario campocorto, Nelson Aparicio envió un saludo y sus felicitaciones al receptor venezolano por haber recibido la distinción y de forma unánime. A su vez, ofreció disculpas en nombre de su padre y deseó lo mejor para el futuro en la carrera de Salvador.
Imagen detallada de la estatuilla | foto: David Urdaneta
“Salvador, recibe este maravilloso trofeo, el premio Luis Aparicio, que todo pelotero venezolano que llega a Grandes Ligas codicia. Consérvalo como un gran recuerdo de ese maravilloso hombre (Luis Aparicio)”, dijo Bravo mientras hacía la entrega de la estatuilla.
Salvador Pérez, además, reveló su deseo de permanecer en el ‘Big Show’ por diez años más, pidiendo tener la salud y la capacidad para cumplirlo. Asimismo, aseguró que si dependiera de él, su carrera terminará con los Reales de Kansas City.
“Yo quiero ser un Derek Jeter en Kansas City, alguien que juegue 20 años con el mismo equipo. Yo no me voy a ir a otro lado por uno o dos millones”, destacó quien se cargó a los Reales a lo largo de toda la temporada.
El estelar receptor también hizo énfasis en su deseo de volver a jugar en la liga venezolana de beisbol. Aunque hoy por hoy sigue siendo ficha de los Tiburones de La Guaira, se mostró abierto a jugar con cualquier equipo, en caso de que se presente ese panorama; sus ganas están en poder jugar en la LVBP, aunque reconoce que es algo que se escapa de sus manos.
Meridiano con información de enlapizarra.com