Desde la Edad Media se acuñó el término de autonomía para las universidades y ha sido esta prédica en la conquista secular, incómoda para gobernantes autócratas ajenos y desobedientes a esta condición de la institución en cuya pluralidad de pensamiento, se defiende y garantiza la continuidad de sociedades libres y consolidadas.
En 1968 se populariza la frase del Dr. Jesús María Bianco; “La autonomía es para la Universidad, lo que la libertad a la República”.
Navas Blanco (2021) hace un recuento histórico interesante con este 300 aniversario y destaca a quien en dos oportunidades fue rector. El Dr. Bianco, en la segunda ocasión, (1969) tuvo que enfrentar la silenciosa persecución desde el Congreso Nacional a grupos políticos que amenazaban la permanencia, de la Ley de Autonomía de las Universidades, promulgada en 1958 y presidida su firma, por el Dr. Edgar Sanabria, egresado de sus aulas y Presidente (e) de Venezuela.
En 1970,se reforma la mencionada Ley de Autonomía, era Presidente de la República Rafael Caldera en su primer periodo. La UCV en aquel año oficialmente intervenida. El Dr. Jesús María Bianco, renuncia, los miembros del Consejo Nacional de Universidades son perseguidos y se allana el recinto universitario. Caldera nombra un rector a su imagen pero sus acciones, no pudieron concretarse.
Una historia, que hoy 51 años después, sin una determinación legal para explicar las pretensiones de acabarla, como en 1970, está presente en el sigiloso entuerto de acabarla de a poco, como han sido, estos largos años del régimen caracterizado por la barbarie de hechos y palabras. Allí, en sus instalaciones, se oyeron y vieron el canto de gallos a medianoche. No se reflejaba en esa reciente visita de varios funcionarios, cuando entraron en sus espacios, otra luz que no fuera la tenue, ofrecida en la penumbra del sigilo camuflado.
Juan Vicente Gómez gobernó por más de 30 años, con una alta dosis de desconfianza y astucia al mismo tiempo, en estos rasgos de su personalidad, la Universidad no le garantizaba la mínima estabilidad bajo los conceptos de libertad, término que sentenciaba según su entender y no lo definido conceptualmente. Por esas razones, sancionó -previamente modificadas- varias Constituciones.
Le era incomoda, aquella Casa de Estudios, reflejo de la realidad nacional. Para no deberle, las contrariedades a sus pretensiones, decide cerrarla. Así, permaneció entre 1912 y1922.Diez años sin opciones para estudiar.
El venidero 21 la UCV cumplirá 300 años de su creación de la mano del Rey Felipe V mediante real cédula de 1721 que un año después, el Papa Inocencio XIII le concedió carácter de Pontificia. Ha sufrido cierre y aun así, la UCV recupera su esplendor.
La Humanidad vivía el siglo XVIII, llamado de la Ilustración, en parte, producto de la Imprenta de Gutenberg, (1454) que permitió a pensadores, músicos notables y arte en general junto a la ciencia, abrir paso a nuevos retos.
Llegaban a la Capitanía General de Venezuela, aires de aquellas desbordadas vivencias y desde esta perspectiva, es necesario señalar, el creciente impacto de la economía, con la fertilidad del cacao y su aceptación fundamental para convertirse en el rubro de creciente demanda en mercados internacionales. La Universidad, se abría paso en medio de estas ventajas y garantizaba cierta opulencia desde los ámbitos del conocimiento.
Dese 1567 se había solicitado la creación al Rey de España de cátedras de Gramática y Matemáticas, pero el esplendor de Caracas con 500 habitantes, era escaso. El Seminario llamado; “Magnifico y Real Seminario del Colegio Santa Rosa de Lima” fue creado en agosto de 1696. Su primer rector el peruano, fray Antonio González de Acuña. Este Seminario dará paso a la Pontificia Universidad de Caracas.
Los Estatutos de la Universidad de Caracas fueron modificados en 1784 y establecieron elección del Rector por el Claustro (profesores y doctores residentes en la ciudad)
Simón Bolívar, designa en 1827antes de marcharse a Colombia de donde no regresó, a José María Vargas. La había visionado en su capacidad profética como elemento fundamental de su deseo independentista. De allí su célebre frase: “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”. Vargas, graduado de médico en aquella tímida Universidad, se convertirá en aliado de Bolívar quien espera la defienda como autónoma. La Universidad, había dejado de ser de elites económicas y se presentaba como la instancia de mayor participación en su acepción republicana que le imprime el Libertador.
En la Hacienda Ibarra, cuyos terrenos formaron parte de la Ciudad Universitaria que conocemos hoy, se firmó el famoso Decreto.
Desde aquel momento, el camino recorrido para asegurar la autonomía, ha sido largo y difícil. Tanto para esta primera Casa de Estudios como para ULA en 1810, LUZ y Carabobo, creadas posteriormente.
En el septenio de Antonio Guzmán Blanco desde 1870, la UCV cobra auge. Sus egresados, constituyen figuras sobresalientes en distintos campos y saberes. Entre otros, el Beato José Gregorio Hernández, graduado con honores. Fue fundador de la Medicina Experimental que enseñó desde su regreso de Paris hasta cercana su muerte. Combate junto a Luis Razetti, la Gripe Española en 1918.Razetti ascenderá al rectorado pero fue destituido al recibir fuertes críticas desde el interior de la Institución. Ambos fundan la Academia Nacional de Medicina.
Egresan otros notables; Francisco Risquez, Vicente Marcano, eminente físico y químico Adolfo Ernest, Henry Pittier y Teresa Carreño son otros. Con ellos, destacan pintores importantes del momento y sus tendencias artísticas.
En 1936 Eleazar López Contreras, hostiga a la institución aún cuando su gobierno mostró cierta tendencia de apertura hacia la democratización. El Dr. Francisco Risquez, era el rector, tenía 82 años y ganas de sentar precedentes sobre la inestable situación nacional. De mano, con los jóvenes marcharon hasta el Despacho del Presidente interino y saboreó al poco tiempo, la obligación a renunciar. Lo hizo, pero su protagonismo no lo borra López Contreras, lo registra la historia.
El siglo XX de inicio tardío para el país, no obstante, supo aprovecharse los años restantes y comienza la UCV a destacar en cuanto evento o hecho importante llegara al país. Entre tales entrega, en 1936 el eminente economista Dr. Alberto Adrián, es comisionado por el presidente López Contreras y redacta junto a un equipo de expertos el “Primer Plan de la Nación”. La UCV como todas las universidades públicas era innovadora y participativa.
Reflejan en sus aulas el diseño del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, quien facilitó con su diseño y selección de obras de Arte en diciembre de 2001 que la UNESCO la declarase Patrimonio de la Humanidad.
Eneida Valerio Rodríguez
(@eneidavalerio)