El silencio en tiempos de navidad. Por Dr. José Ernesto Pons
Venezuela esta postrada, los ciudadanos huyen a otras tierras y lo lamentable es lo que aparecen en sus redes, las cuales informan sobre sus nuevas experiencias, las alegrías de vivir en paz y democracia, en países cuyas luchas por sus ciudadanos logran detener las miserias de regímenes de izquierda que solo saben es sembrar de miseria y muerte a los hijos de la Patria. ¿Es una crítica? si, pero también una reflexión para los que estamos en nuestro país que solo saben lamentarse y otorgarle con su silencio la decisión sobre las vidas del pueblo.
En la obra del famoso escritor Miguel de Cervantes, “Don Quijote de la Mancha” para los años de 1605, si, desde este año; hace cuatro siglos las verdades ya las conocía la humanidad y por sabidas se ignoraron. Decía el relato “Querido Sancho, compruebo con mucho pesar, como los palacios son ocupados por gañanes y las chozas por los sabios” continua diciendo, nunca fui defensor de los reyes, pero peores resultan los que engañan al pueblo con trucos y mentiras, prometieron lo que nunca les darán. País este, amado Sancho, que destrona reyes y corona piratas, pensando que el oro de Rey será repartido entre los pueblos, sin saber que los piratas solo y únicamente entre ellos se reparten su botín.
Es así, que logramos entender que nuestras desgracias, poseen un común denominador: “El Silencio” de la gente que se va y que se queda, de los que se vanaglorian de las dadivas de otras tierras y de los que nos defendemos del clima de muerte a la que estamos expuestos. Venezuela clama de pequeños “David” cuyo valor logro con una piedra, tumbar al gran Goliat. Es pues, que la clave es romper ese silencio, al extremo que con el, este país que se ha convertido en el mayor cómplice del adversario.
Como poder hablar de una “Feliz Navidad”, sin entender que esa felicidad dependerá de nuestras fuerzas, en la garantías de Dios en hacer lo que hay que hacer, y esto, es romper el silencio que nos asfixia y mata nuestras esperanza, al extremo que siembra en nosotros la desesperanza en un pueblo de valientes donde los propios ciudadanos deberán asirse a las fuerzas morales, en la valentía necesaria y la confianza en el Dios de la Biblia, que nos sostiene y logra hacer de nuestras peleas su triunfo.
Amados compatriotas, imposible hablar de una feliz navidad, silenciando nuestras bocas, corazones y pensamientos, no cabe esto en la razón de un Dios de poder. “Metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. Así venció David al filisteo con honda y piedra” (Samuel 17, 49-50). Romper el silencio es la acción necesaria para darle al régimen donde debe ser, para lograr que como Goliat caiga al piso y logremos la libertad y la democracia que nos merecemos.
Dr. José Ernesto Pons B /@joseponsb/ “Remembrar una Navidad, no es lo mismo que vivirla”