En Líbano, George Kordahi ya no es el ministro de Información. El antiguo presentador de televisión devenido en político anunció su dimisión el viernes, precisando que el primer ministro libanés, Najib Mikati, le indicó a principios de esta semana que su renuncia era un requisito previo a la visita del presidente francés Emmanuel Macron a Arabia Saudita, en un intento de aliviar la crisis entre Líbano y el reino.
«Entendí de Mikati que los franceses quieren que mi renuncia se produzca antes de su visita (la de Macron)», expusó Kordahi en una conferencia de prensa.
Este viernes, el mandatario francés inició una gira por el Golfo que le llevará a visitar Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar y Arabia Saudita, y a abordar temas como la cooperación en la lucha contra el terrorismo, la estabilidad en la región y los intercambios económicos.
«No aceptaré que se me utilice como motivo para perjudicar al Líbano y a nuestros hermanos libaneses en Arabia Saudita y otros países del Golfo», proclamó Kordahi en la misma conferencia de prensa.
«Los intereses de mi país, de mi pueblo y de mis partidarios están por encima de mi interés personal. Líbano es más importante que George Kordahi, y los intereses libaneses son más importantes que un papel ministerial» manifestó.
Un mandato relámpago, sentenciado por los comentarios sobre la guerra en Yemen
El ahora exministro de Información estuvo en el cargo menos de tres meses, tras ser nombrado en septiembre como uno de los miembros del nuevo Gobierno de Mikati.
Unas semanas después, empezaron a circular en Internet videos de una entrevista que había concedido un mes antes de su designación, en la que afirmaba que los rebeldes hutíes en Yemen, alineados con Irán, «se están defendiendo de una agresión externa».
Kordahi también tachó el conflicto en ese país de «inútil» y pidió que terminara esta guerra que lleva más de seis años y que condujo a la peor crisis humanitaria en el mundo.
Pero la escalada no se detuvo ahí. Además de las medidas diplomáticas, Arabia Saudita puso en marcha sanciones económicas y prohibió todas las importaciones libanesas en su territorio.
«Nunca quise insultar a nadie con mis comentarios sobre la guerra en Yemen» se defendió Kordahi este viernes.
El exfuncionario condenó a la vez lo que calificó de una «campaña indiscriminada» contra su persona por parte de varios dirigentes políticos y medios de comunicación libaneses que, según él, han distorsionado sus observaciones.
«Presentaron lo que dije como un crimen contra Arabia Saudita», lamentó Kordahi.
Una renuncia casi forzada ante la situación económica del país
El expresentador se había negado en múltiples ocasiones a dimitir, pero el mes pasado Mikati le había solicitado tácitamente que dejara su cargo.
«Pido al ministro de Información que escuche su conciencia, adopte la posición que debe tomar y dé prioridad a los intereses nacionales», había dicho el primer ministro en un discurso.
Pero el partido Hezbolá, apoyado por Irán, y la formación de Kordahi, el Movimiento Marada, le respaldaron. El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, criticó a Arabia Saudita por infringir la soberanía libanesa e intentar avivar el conflicto en el país.
Por mucho tiempo, Arabia Saudita y otros países del Golfo fueron aliados políticos y apoyos económicos de Líbano. Pero según los expertos, en los últimos años, han decidido dar la espalda al país por la creciente influencia política de Hezbolá y sus aliados en el Gobierno libanés.
Líbano, que se encuentra agitado por una crisis económica que ha sumido a más de la mitad de su población en la pobreza, no puede permitirse alterar a las naciones del Golfo y espera reparar las relaciones.
France24 con Reuters y medios locales