“Una asociación estratégica más fuerte que nunca”. Con esas palabras, la Presidencia francesa celebró en un comunicado la firma de un contrato entre el país europeo y EAU, por la venta al Estado del Golfo de 80 aviones de combate Rafale, por un valor de 19.000 millones de dólares. Los firmantes del acuerdo en Dubái fueron el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el príncipe de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed.
La Presidencia francesa anunció que también se ha concluido la venta a Emiratos Árabes de 12 helicópteros Caracal, fabricados por el grupo Airbus.
Este negocio es el más grande que ha registrado Dassault, el fabricante francés de aviones, cuyo Rafale ya se vende a Egipto, India, Qatar, Grecia, Croacia y ahora a EAU.
Ya que todos los Rafale se fabricarán en Francia, el Gobierno afirmó que esta venta apoyará directamente 7.000 puestos de trabajo en el país.
Dassault fabrica actualmente una media de 11 aviones al año y este se considera el umbral mínimo para que su cadena industrial sea viable. Con este nuevo pedido, sumado al que hizo Egipto en mayo por 30 aviones, la media de fabricación podría multiplicarse por dos o tres.
Los 80 Rafale deberían estar listos para ser entregados a partir de 2027 y todos los aviones deberían ser remitidos antes de 2031. Según el Ministerio de Defensa francés, el avión tendrá el formato «F4», que es el modelo más reciente y sofisticado de Rafale.
El viernes, tras el anuncio, las acciones del grupo francés Dassault se dispararon casi un 9%.
El creciente papel de Francia en el Golfo Pérsico y sus lazos con los emiratíes
La firma del acuerdo se produjo en el primer día de una visita del presidente francés a la región. Emmanuel Macron tiene previsto volar a Qatar el viernes por la tarde y reunirse el sábado con el príncipe de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman. El objetivo del viaje es desarrollar la cooperación entre las partes en la lucha contra el terrorismo, debatir la estabilidad en la región y ampliar su colaboración económica.
La visita de Macron viene además en un momento en el que los estados de la zona han expresado su incertidumbre sobre el enfoque de su principal aliado, Estados Unidos, para la región, y buscan reforzar sus lazos con otros socios hasta ahora secundarios.
Desde que asumió la Presidencia francesa en 2017, Macron ha forjado una buena relación con príncipe de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed, lo que fue ilustrado por un flujo de inversiones entre ambos países.
Pocos meses después de su elección, Macron viajó a EAU para inaugurar el Louvre Abu Dabi, construido en el marco de un acuerdo de 1.200 millones de dólares para compartir el nombre y las obras del célebre museo parisino.
En septiembre de este año, el líder francés recibió al príncipe emiratí en el histórico Castillo de Fontainebleau, situado en las afueras de París y que fue restaurado en 2019 gracias a 11 millones de dólares donados por Emiratos.
Pero es el acuerdo de la venta de los Rafale que marca una victoria para el país galo y su presidente, tras 13 años de negociaciones con el país del Golfo, marcadas por altibajos y el fracaso de los tres predecesores de Macron quién intentaron sellar el trato.
Por otra parte, a pocos meses de las elecciones presidenciales francesas de abril de 2022, es un contrato que llega en el momento oportuno para el muy probable candidato. Especialmente, después de que el pasado mes de septiembre, Australia anulara el llamado «contrato del siglo», con el que compraría submarinos franceses, para reemplazarlo por el Acuerdo AUKUS con Estados Unidos y Reino Unido. La negociación con los franceses estaba valorada en más de 60.000 millones de euros.
«Unas operaciones militares atroces»
Pero la reciente venta y la visita de Macron a los países del Golfo no son vistas con buenos ojos por todos y son duramente criticadas por muchos grupos de derechos humanos.
Francia se enfrenta a crecientes recriminaciones por sus contratos de venta de armas y equipo militar a los Estados del Golfo debido, sobre todo, al conflicto en Yemen entre la coalición militar -a la cual pertenece EAU- liderada por Arabia Saudita y los rebeldes hutíes alineados con Irán.
Desde su comienzo en 2015, la guerra en Yemen condujo a una de las peores crisis humanitarias del mundo.
«Francia sigue adelante con estas ventas a pesar de que Emiratos Árabes Unidos desempeñan un papel destacado en las atroces operaciones militares dirigidas por la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen», señaló Human Rights Watch en un comunicado.
«Sin embargo, EAU fueron el quinto cliente de armas de Francia entre 2011 y 2020. El presidente francés debería denunciar las violaciones de derechos humanos en estos tres países», añadió la organización.
Este viernes 3 de diciembre se presentó en París una denuncia por «crímenes de guerra y financiación del terrorismo» contra Mohamed bin Zayed y Mohamed bin Salman, los príncipes de Emiratos y de Arabia Saudita, respectivamente.
El abogado Joseph Breham presentó una acusación ante el tribunal de París, en la que inculpa a los dos príncipes herederos de graves y numerosos delitos, incluso «crímenes de guerra», «torturas», «desapariciones forzadas» y «financiación del terrorismo».
France24 con Reuters, AFP y medios locales