Un grupo de observadores de la guerra dio a conocer hoy martes que 600 personas murieron entre junio y octubre de 2017 durante los ataques aéreos liderados por Estados Unidos contra posiciones del grupo Estado Islámico (EI) en la provincia septentrional siria de Raqqa.
De acuerdo con un informe publicado en el sitio de internet del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, los bombardeos dirigidos por Estados Unidos en Raqqa, la antigua capital de facto del EI, mataron a 600 personas de 140 familias en el transcurso de los cuatro meses.
Sus cuerpos fueron encontrados cuando fosas comunes fueron descubiertas después de la derrota del EI en Raqqa, señala el informe.
El número total de personas muertas por los ataques aéreos liderados por Estados Unidos es mucho mayor, como lo evidencian las 28 fosas comunes con más de 6.000 cuerpos, dijo el observatorio con sede en Reino Unido.
La mayoría de las víctimas murieron durante los ataques aéreos dirigidos contra las posiciones del EI en Raqqa entre 2014 y 2018, mientras que el resto fueron asesinados por el EI luego de su captura de Raqqa en 2014, añadió.
Con información de Xinhua