Cubanos celebran el Año Nuevo bajo la sombra de la COVID-19
La sexagenaria, Juana Almaguer, se apresta a celebrar la llegada del Año Nuevo con sus familiares en La Habana, su ciudad natal. Sin embargo, sabe que deberá observar determinadas medidas sanitarias para evitar contagiarse de COVID-19, tras un ligero repunte de casos registrados en Cuba.
«Este diciembre, al menos, podemos reunirnos porque todos estamos inmunizados contra el nuevo coronavirus. Algunos hasta tienen la dosis de refuerzo», afirmó esta docente retirada.
Mientras Cuba continúa vacunando masivamente a su población, con tres vacunas desarrolladas por científicos locales, se han detectado 72 infectados con Ómicron, algunos importados y otros contactos de esos contagiados.
Almaguer, que vive con su esposo y la anciana madre de su esposo, no puede ocultar su preocupación.
Desde inicios de este mes a los viajeros que llegan al país procedentes de varios países africanos se les exige certificaciones de inmunización completa y de pruebas de PCR negativa realizadas con un máximo de 72 horas antes, medidas que se ampliarán a partir del próximo cinco de enero.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, exhortó esta misma semana a «no retroceder en lo que se ha logrado», destacando que la tendencia de casos en los últimos días «no ha sido buena».
Sin embargo, las autoridades cubanas, confiadas en la efectividad de sus vacunas, no han decretado el cierre de los locales de ocio.
Ante esta situación, la joven Yaimarys Hernández celebrará el Año Nuevo fuera de casa con sus amigos, concretamente en un bar del céntrico barrio habanero El Vedado.
«Nos hemos puesto de acuerdo varios amigos de la Universidad y después de cenar en familia, nos vamos a juntar en un bar para celebrar la llegada del 2022», explica la estudiante de ingeniería informática, quien espera que el próximo año «sea mejor para todos».
Otro joven, Yoan Veitía, prefirió irse con su novia al afamado balneario de Varadero, a unos 120 kilómetros de La Habana. «Estamos aprovechando la reapertura de los hoteles, porque la COVID-19 vino para quedarse, nadie sabe lo que pasará mañana», explicó Veitía.
Este viernes, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) notificó 433 nuevos casos y cero fallecidos. El acumulado de infectados se sitúa en 966.004, con 8.322 muertes, desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020.
Raúl Menchaca / Xinhua