Tonga confirmó este martes su primer fallecido por la erupción el sábado de un volcán submarino, una de las más violentas en los últimos 30 años en el mundo y que se vio seguida de un tsunami, en medio de las dificultades para evaluar los daños en esa remota nación insular del Pacífico Sur.
El alto comisionado de Tonga en Camberra, Curtis Tu’ihalangingie, dijo a la emisora pública australiana ABC que «desafortunadamente» las autoridades de la nación del Pacífico han recibido la información de la muerte de una persona al remarcar que «existen posibilidades de que se registren más».
El diplomático señaló que los aviones australianos y neozelandeses, así como la Armada de Tonga intenta evaluar los daños causados por la erupción del Hunga Tonga Hunga Ha’apai en el archipiélago de 169 islas, mientras los servicios de emergencia se dedican a las tareas de emergencia.
Con la nación cubierta de cenizas volcánicas, según las imágenes aéreas, la tarea para evaluar los daños se dificulta porque «las comunicaciones son malas» dado que solo se pueden hacer llamadas locales o internacionales por satélite.
Se espera que pronto se pueda tener un panorama de la devastación, así como de las necesidades de ayuda humanitaria para este país insular que solamente tiene un caso confirmado de covid-19, por lo que además se tendrán que seguir a rajatabla los protocolos para evitar un «tsunami de covid», señaló Tu’ihalangingie.
Con información de La Verdad.