El temor y la indignación invaden nuevamente a la prensa mexicana. El 31 de enero se registró el asesinato de Roberto Toledo, periodista de Michoacán, México. Se trata del cuarto periodista acribillado en ese país en el mes de enero.
Toledo trabajaba para el portal de noticias Monitor Michoacán. El jefe editor del medio, Armando Linares, confirmó el asesinato del comunicador y precisó que cubría la fuente de gobierno.
El periodista, de 55 años de edad, fue asesinado en el garaje de su oficina, en la colonia Moctezuma Oriente, por tres sujetos armados. Los responsables se dieron a la fuga.
El martes 25 de enero se realizó una movilización de periodistas en 47 ciudades del país para exigir más seguridad para los trabajadores de la prensa en México.
Las calles se llenaron de gritos para exigir el cese de la ola de violencia contra periodistas que vive el país y que aumentó desde la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al gobierno.
En Ciudad de México la multitudinaria manifestación sin precedentes protestaron frente al edificio de la Secretaría de la Gobernación.
El 24 de enero se reportó el asesinato de la periodista Lourdes Maldonado en Tijuana, Baja California. El cuerpo de Maldonado fue hallado dentro de un vehículo con varios impactos de bala en el rostro.
La comunicadora había pedido protección al presidente Andrés Manuel López Obrador durante una rueda de prensa en el año 2019 porque temía por su vida.
El 17 de enero se registró la muerte del fotógrafo Margarito Esquivel. El comunicador fue acribillado en la puerta de su casa en Tijuana.
El 10 de enero, el director del medio digital Inforegio, José Luis Gamboa, fue apuñalado en el Puerto de Veracruz. Fue encontrado su cuerpo sin vida en la calle del Fraccionamiento Floresta.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) afirma que México es el país más mortífero del mundo para la prensa. CPJ registró desde 1992 hasta 2021 un total de 138 asesinatos de periodistas en México.
Con información de El Diario.