La nutricionista, trabajadora humanitaria venezolana y representante de Cáritas Venezuela, Susana Raffalli, se pronunció ante la omisión de información sobre la situación alimentaria en Venezuela en el reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con lo reseñado por la FAO en su informe, no se incluyó a Venezuela en la lista de países con inseguridad alimentaria aguda porque no lograron obtener datos. Esto se debe a que el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela dejó de enviar a los organismos internacionales actualizaciones sobre la alimentación en el país.
«La República Bolivariana de Venezuela y la República Popular Democrática de Corea no se incluyeron como zonas críticas de hambre debido a la falta de disponibilidad o escasez de datos actualizados sobre inseguridad alimentaria, lo que no permitió una evaluación comparativa basada en la metodología aplicada. La fecha de corte del análisis contenido en este informe es el 16 de enero de 2022», se revela en el documento.
Para algunas organizaciones de la sociedad civil y Raffalli opinan que dejar a Venezuela por fuera de este informe representa una vulneración a los derechos de la población.
«Que el riesgo alimentario de Venezuela quede invisible en este mapa, resta. Resta argumentos para movilizar fondos humanitarios necesarios. Resta credibilidad a las agencias que, con operaciones aquí deben dar cuenta de lo que pasa. Nos restan a nosotros en este silencio de no pasar nada», escribió la nutricionista en la red social Twitter.
En 2017 la organización Trasparencia Venezuela hizo público un documento en el que el Observatorio Venezolano de la Salud, el Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, entre otras instituciones se pronunciaron por la omisión de información sobre Venezuela en el informe que dio a conocer la FAO titulado «Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional: Sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al hambre y la malnutrición. América Latina y el Caribe, 2016».
«Llama la atención el hecho de que diversos aspectos relevantes para Venezuela quedan sin ser analizados en el informe que publica la FAO, el cual se nutre de los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (entidad que por ley le corresponde suministrar los datos oficiales a los organismos internacionales)», se lee en el documento.
«Las tasas de mortalidad materna, en menores de 5 años y neonatal de Venezuela, estas solo aparecen representadas a través de gráficos. No fueron tomados en cuenta los datos oficiales de la propia Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), presentada en 2015 ante la Asamblea Nacional, que muestra cifras alarmantes en el aumento del porcentaje de mortalidad materna, que fue 5,5 veces más alto que el valor registrado en el año 2012», reza el escrito de Transparencia Venezuela.
La organización denunció que el informe de 2016 no ofreció ningún análisis ante la gran diferencia, por defecto, que presenta Venezuela respecto a otros países en la cifra de importación de alimentos. Además, mencionó que en cuanto a la disponibilidad por grupos de alimentos, la FAO incluyó información correspondiente a los años 2009, 2010 y 2011. Sobre la evolución de la desnutrición infantil crónica, los datos corresponden al período 1990-2009.
«No alertar acerca de la situación alimentaria y nutricional venezolana actual podría ser considerado como una violación al mandato “Derechos Humanos en Primer Lugar, cuando el personal en terreno local de las agencias del Sistema de Naciones Unidas no reporta a sus respectivas sedes la verdadera situación de la población», sentenció la organización en ese momento.
Con información de La Verdad / Radio Fe y Alegría Noticias