El Gobierno de Estados Unidos revocará el estatus comercial de nación más favorecida a Rusia en medio de la crisis de Ucrania, dijo este viernes la Casa Blanca, y señaló que trabajará con los países del Grupo de los Siete (G7) y la Unión Europea (UE) para desplegar nuevas sanciones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los demás líderes del G7 «anunciarán nuevas acciones económicas» para «aislar aún más a Rusia del sistema financiero mundial», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
La sanción siguió a un embargo energético contra Rusia anunciado por Washington el martes, entre una serie de medidas contra Rusia por la crisis de Ucrania, aunque los analistas han advertido de las potenciales enormes consecuencias y los efectos secundarios.
El mismo día, los líderes de la Unión Europea acordaron imponer nuevas sanciones a Rusia en una cumbre informal celebrada en Versalles, Francia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que las nuevas sanciones pretenden aislar aún más a Rusia del sistema económico mundial. También anunció un plan para encontrar alternativas a los combustibles rusos para 2027 con el fin de reducir la dependencia de la UE de Rusia.
«Existe la ley de las consecuencias imprevistas», dijo esta semana a Xinhua el presidente del Consejo Empresarial Estados Unidos-China, Craig Allen, al comentar el posible impacto económico de las sanciones occidentales a Rusia.
«Lo que se pretende hacer, tal vez sea castigar a Rusia, pero toda acción tiene consecuencias imprevistas. Y es demasiado pronto para poder decir cuáles son las consecuencias imprevistas de esto», dijo Allen.
Con información de Xinhua